SE POSTERGÓ LA FIRMA DEL ACUERDO UNIÓN EUROPEA – MERCOSUR: PASARÍA A FINES DE ENERO
Pese a los esfuerzos de Lula da Silva, la resistencia del sector agropecuario europeo vuelve a ser el principal escollo para el entendimiento.
Javier Milei junto al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Paraguay, Santiago Peña.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó este jueves que el histórico tratado comercial entre la Unión Europea y el Mercosur no se sellará este fin de semana en Brasil como estaba previsto.
Pese a los esfuerzos de la gestión de Lula da Silva, la falta de consenso en Bruselas obligó a trasladar la rúbrica a los primeros días del próximo año. La resistencia del sector agropecuario europeo vuelve a ser el principal escollo para el entendimiento.
El escenario de Foz de Iguazú, donde Brasil se preparaba para traspasar la presidencia del Mercosur a Paraguay con el acuerdo bajo el brazo, deberá esperar. La decisión surgió tras la cumbre de líderes en Bruselas, donde no se logró la mayoría calificada necesaria para dar luz verde al texto definitivo.
La figura clave en este nuevo retraso fue la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien junto a Francia encabezó los reclamos por mayores protecciones para sus productores rurales.
Según reveló el presidente Lula da Silva, Meloni solicitó formalmente un margen de tiempo adicional para revisar los términos.
“Meloni me dijo que, si tenemos paciencia de una semana, diez días o un mes, Italia estará con el acuerdo”, aseguró el mandatario brasileño, buscando llevar tranquilidad a los mercados y a sus socios regionales.
Un cambio de postura en el bloque sudamericano
Aunque desde Brasilia se había lanzado un ultimátum advirtiendo que «no habría más acuerdo» si la firma no se concretaba este sábado, la diplomacia del Mercosur finalmente optó por la flexibilidad. Fuentes oficiales confirmaron que el bloque sudamericano accedió a postergar el acto oficial hasta enero.
Sin embargo, el nudo de la discusión sigue siendo el sector agropecuario. Francia e Italia exigen garantías blindadas para que las importaciones sudamericanas no perjudiquen a sus agricultores locales, un reclamo histórico que ha mantenido el tratado en un limbo por décadas.
De concretarse en enero, el acuerdo daría nacimiento a una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, uniendo a dos bloques que representan una parte significativa del PBI global.
