Condena, allanamientos y drogas

En 2018, Raffo había sido condenado a cinco años y diez meses de prisión, más diez años de inhabilitación, tras ser encontrado culpable por el delito de integrar una asociación ilícita (la banda narco Los Monos) y por violación de secretos. Sin embargo, al año siguiente salió en libertad.

Pese a haber sido condenado, Raffo siguió ligado a actividades ilícitas. Según la Justicia y los investigadores policiales, es señalado como el nexo entre narcotraficantes que responderían a Leandro «Pollo» Vinardi -jefe de Los Monos alojado en el penal de Ezeiza – y cuevas financieras, donde se hacían las operaciones con divisas para luego pagar cargamentos de droga.

Raffo también es señalado como informante de la organización integrada por “Pollo” Vinardi. Para los investigadores, el ex policía pasaba datos a los narcos sobre investigaciones en curso y allanamientos donde se vieran comprometidos.

Operación Romaní

En 2024, Gendarmería llevó a cabo la denominada “Operación Romaní” en la cual se buscó desbaratar a la banda de Vinardi, quien fue indagado junto a otros detenidos. El operativo recibió ese nombre porque quienes recibieron los dólares fueron personas de la comunidad gitana como Mariano “Gordo” Salomón, también condenado en la trama de Los Monos.

Tras ese procedimiento, según la fiscalía federal, se detectó que Raffo tenía comunicación con Karina Marco, una mujer gitana acusada de trasladar droga desde Paraguay y el norte de Argentina hacia Rosario.

Varias escuchas relacionadas con la causa entre esta mujer y otros gitanos estaban en idioma Romaní, por lo que tuvieron que ser traducidas por una brigadista de la Policía Nacional de España. En las llamadas se referían a Raffo como “Juan, el prestamista”.

En marzo de 2023, los fiscales de Delitos Complejos de Santa Fe ordenaron la detención de Raffo. Pese a que allanaron su casa y no lo encontraron. Desde aquel entonces se lo consideró como prófugo de la Justicia.