SE TRATA DE QUIENES TIENEN PENAS DE MÁS DE TRES AÑOS DE PRISIÓN Y NUNCA ESTUVIERON DETENIDAS
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Entre ellas está, Fabián Rossi, ex apoderado de la financiera S.G.I y el Chaqueño Julio Mendoza. El lunes a las 10:30 horas deben ir al tribunal oral que los condenó para quedar detenidos. Se volverá a analizar la situación de Lázaro Báez
Los pedidos de detención habían sido solicitados a la mañana por el fiscal federal Abel Córdoba y ordenados por Néstor Costabel, juez del Tribunal Oral.
Fuentes judiciales informaron que quienes deberán presentarse el lunes para quedar detenidos son Rossi, Julio Mendoza, ex presidente de Austral Construcciones -la empresa de Báez-, Juan Alberto De Rasis, ex empleado del banco suizo a través del que se hicieron las operaciones de lavado, César Fernández, ex empleado de la financiera S.G.I, el empresario Carlos Molinari y de Eduardo Castro.
“Solicito se ordenen sus inmediatas capturas y consecuentes alojamientos en una unidad del Servicio Penitenciario Federal”, había pedido el fiscal. Se trata de quienes nunca estuvieron presos en la causa y tienen condenas de más de tres años de prisión que son de cumplimiento efectivo.
QUIÉN ES JULIO MENDOZA
En el año 2007, ya circulaba en los mentideros políticos de Resistencia el rumor de que el ingeniero chaqueño Julio Mendoza era el «testaferro de Néstor Kirchner» en la provincia. Ni más ni menos.
Para entender esto, hay que remontarse a los albores del siglo, cuando Julio Mendoza, que entonces ya era un ingeniero civil con varios años de experiencia en el rubro obra pública –trabajó en Chaco, Corrientes y Formosa desde que egresó de la facultad, a comienzos de los ochenta- se encontró de pronto desocupado y en aprietos económicos y aceptó emigrar a un sitio tan inhóspito –y de clima tan opuesto al de su provincia- como Río Turbio.
Pero este «sacrificio» pronto recibiría su premio, a juzgar por la velocidad con la cual empezó a crecer su patrimonio, en especial a partir de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia. El secreto de este éxito es que en el sur patagónico el destino de Julio Mendoza se cruzó con el de un tal Lázaro Báez