
PRIVATIZACIÓN DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS: GOBIERNO BUSCA APOYOS EN UN DIALOGUISMO CADA VEZ MÁS ALEJADO
A través del DNU 873/24, el Ejecutivo declaró «sujeta a privatización» a la aerolínea nacional. Sin embargo, el debate parlamentario promete ser extenso.

Aerolíneas Argentinas.
La medida, que parece apresurar el proceso, abre una nueva sucesión de debates en otros espacios. En primer lugar, y a partir de una modificación que se realizó en la ley Bases, la privatización de la empresa debe ser evaluada -junto a un listado de otras ocho compañías estatales- en Comisión Bicameral Especial de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones. La particularidad es que aún no fue conformada, ni se saben quiénes la integrarán ni tampoco su composición, luego de la última alteración dentro de los bloques del Senado. Allí se replicarán las tres posturas que ya se escucharon en Diputados.
Privatización de Aerolíneas Argentinas: posturas en Diputados
“No queremos darle al gobierno un cheque en blanco”. Ese argumento se reitera -y hasta podría convertirse en una nueva postura- en los bloques considerados dialoguistas. «No vamos a apoyar la privatización en los términos que han planteado; es muy irresponsable porque no establece ningún tipo de condiciones», expresó a Ámbito el santafesino Esteban Paulón (Encuentro Federal), quien señaló que están debatiendo internamente un «esquema de apertura de capital privado en algún porcentaje, similar a la que tiene YPF, con la posibilidad de incorporar a un socio que se haga cargo del management, en una industria que tiene necesidades concretas para su gestión».
En sintonía, Fabio Quetglas señaló que en el radicalismo se extiende la mirada de rechazar la privatización sin condiciones de Aerolíneas Argentinas y se propone construir un sistema nacional de cielos abiertos. «Existen una serie de circunstancias, que tienen que ver con destinos emergentes y la conectividad de las provincias, que hay que tener en cuenta si se quiere hacer una venta inteligente», planteó para este medio. En cuanto a ese proceso, crecen los reclamos opositores para que se precise si se abrirá una licitación privada o pública o bien si se hará una venta directa del paquete accionario.
Dentro de las posturas de rechazo, también se remarcó la negativa experiencia de la venta Aerolíneas Argentinas en la década de los ‘90, que implicó un desguace a la compañía (“ustedes mismos han criticado la anterior privatización, que se hizo con un proyecto idéntico al que estamos discutiendo”, planteó Nicolás Massot en el debate de comisiones); reclaman auditorías de los últimos diez meses para intentar revertir los mecanismos deficitarios antes de avanzar en una venta; y piden contemplar que la compañía hace destinos no comerciales y compite con otras empresas para los destinos más buscados.
La generación del déficit y la ineficacia de la administración del Estado, incluso en este momento en que ocupan los cargos directivos, son las motivaciones que exponen desde La Libertad Avanza. El oficialismo encontró en el PRO, que hace una década impulsa la privatización de Aerolíneas Argentinas, un aliado para este proceso legislativo, en el que también cuenta con apoyo de la Coalición Cívica. La apertura a nuevas empresas que diversifiquen las posibilidades para los viajeros es otro de los argumentos de los que apoyan la venta. ¿Estarán interesadas las nuevas empresas en continuar con las rutas menos solicitadas? Eso se preguntan los gobernadores provinciales, que definirán el destino de la aerolínea de bandera.