PARAMILITARES, POLICIAS Y SERVICIO DE INTELIGENCIA: ASI FUNCIONAN LOS GRUPOS REPRESIVOS DE NICOLAS MADURO
El gobierno de Nicolás Maduro posee un aceitado mecanismo represivo. Las protestas opositoras de 2014 y 2017 fueron una prueba de campo que perfeccionó el control armado sobre la población civil y en especial sobre la disidencia interna.
En medio de las protestas de vastos sectores de la sociedad que denuncian un fraude en las elecciones presidenciales, el chavismo lanzó a las calles grupos paramilitares, fuerzas policiales y servicios de inteligencia y hasta de contrainteligencia militar.
Se trata de un modelo construido en los últimos 25 años, bajo el asesoramiento de la Dirección de Inteligencia cubana, conocida popularmente en la isla como G2 y que según la oposición mantiene una fuerte presencia de asesores en Venezuela.
Cuáles son las fuerzas represivas del gobierno de Nicolás Maduro
Los grupos represivos más importantes son al menos cinco. “Hay varios niveles. Algunos son informales y otros de carácter institucional”, dijo a TN el exministro de Información de Hugo Chávez e ideólogo de la comunicación chavista hasta la asunción de Maduro, Andrés Izarra, exiliado en Berlín desde 2015. Ellos son:
- Colectivos. Son sin duda los más temidos. Fueron creados en 2002 por Chávez. Se inspiraron en las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida cubanas, que actúan con suma rapidez ante desórdenes o protestas de cualquier tipo. En la isla llevan habitualmente palos, pero en Venezuela muchos de sus miembros están armados y se desplazan en motos. Por ello, también son conocidos como “motorizados”. Se los considera “la defensa armada de la Revolución Bolivariana”. Son el brazo civil armado del chavismo y actúan con más fuerza en Caracas. A veces, solo recorren zonas con decenas de motocicletas para amedrentar y meter miedo. Izarra dijo que se financian a través de prebendas, tráfico de drogas y el control de amplios territorios de enorme incidencia criminal. También dominan la distribución de alimentos. En la práctica, son grupos paramilitares que se encargan del control social.
- Guardia Nacional Bolivariana. Suele ser la fuerza de choque con mayor presencia en las calles cuando hay protestas. Fundada en 1937 para proteger la seguridad interna y mantener el orden público, es hoy un cuerpo de elite de las Fuerzas Armadas. Se calcula que está conformada por 70.000 miembros. Un informe del Consejo de las Américas dijo que están equipadas con camiones hidrantes llamados “ballenas” y vehículos de amplio porte con los que puedan crear barreras inexpugnables. También se encarga de la distribución de comida en zonas carenciadas.
- Policía Nacional Bolivariana. Es una fuerza federal creada en 2008. Se estima que está integrada por 26.000 miembros. Está equipada con equipos antidisturbios y suelen reprimir con balas de goma y gases lacrimógenos. “Es una policía muy represiva. Hay oficiales investigados por crímenes de lesa humanidad”, dijo Izarra. Hoy está desplegada en las calles.
- El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Su misión original era custodiar y proteger el país, pero la oposición denuncia que ahora es el encargado de la vigilancia de la disidencia interna, siguiendo el modelo cubano y con la presencia de asesores enviados por La Habana. La sede del organismo se encuentra en el Helicoide, un enorme edificio en forma de espiral en el centro de la capital, que se ve desde muy lejos. La dirigencia opositora acusa al gobierno de utilizar la sede como un centro de torturas. “Su accionar ha crecido con Maduro a través del espionaje, amedrentamiento y acciones rápidas”, dijo Izarra. Sus métodos son selectivos: sus oficiales reciben la orden de detener a una persona y la buscan en su casa. También utilizan prácticas de amedrentamiento con el uso de vehículos con las siglas del organismo. El “carro del Sebin” puede pasar varias veces al día frente a la casa de un opositor solo para disuadir.
- La Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM). Esta unidad fue creada en 1957 y se dedicaba a la contrainteligencia. Su papel era investigar a los miembros de las Fuerzas Armadas. Era originalmente una especie de policía militar de asuntos internos. Hacía el mismo control que el Sebin. La diferencia es que el Sebin buscaba a civiles y el DGCIM a militares. Pero hoy cumple un rol diferente. “Es la policía del terror. Son torturadores. Hoy es una unidad de represión global”, dijo Izarra. Su director, el mayor general Iván Rafael Hernández Dala, depende en forma directa de Maduro. Un periodista venezolano que prefirió mantener el anonimato contó a TN que los jefes del organismo convocaron a una reunión a varios comunicadores en el último Día del Periodista para asegurarles que sus métodos no son represivos.
Hay además otras instancias represivas menores, como las policías comunales y la Comisión de Investigaciones Penales y Criminalística (CIPC), que depende el ministerio del Interior y Justicia. Si bien se encarga de investigar asesinatos, la oposición sostiene que en su interior existe un grupo especial de represión a la disidencia interna.