EL DESGARRADOR TESTIMONIO DE UNA ARGENTINA EN PORTO ALEGRE: «ES COMO ESTAR EN UNA PELÍCULA APOCALÍPTICA»
Falta de agua potable y energía eléctrica, acumulación de basura, escasez de alimentos para las personas evacuadas y situaciones de hacinamiento y abuso en los refugios forman parte del difícil panorama.
La zona sur de Brasil y, puntualmente, la ciudad de Porto Alegre, atraviesa una crisis histórica debido a las intensas lluvias que generaron inundaciones, desborde de ríos y represas, y regiones completamente tapadas por el agua.
Barbara Syvel Rodriguez Morales es diseñadora gráfica, egresada de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), y se encuentra trabajando y viviendo en Porto Alegre hace ya varios años. En diálogo con DataChaco, relató la difícil situación que se vive en estos momentos.
«Vivimos mucha tristeza, mucha incertidumbre, no sabemos cómo va a avanzar todo porque el agua no baja o baja muy poco, va a llover de nuevo, la ciudad no estaba preparada para algo así, mucha rabia, mucha impotencia porque ciertamente no hay políticas para prevenir este tipo de catástrofes«, expresó.
El último informe de la Defensa Civil había informado un total de 100 personas fallecidas, 128 desaparecidas y 372 heridas durante la crisis hídrica, que tuvo su inicio el pasado 27 de abril.
Falta de agua potable, regiones enteras sin energía eléctrica, acumulación de basura, falta de alimentos para las personas evacuadas y situaciones de hacinamiento y abuso en los refugios forman parte del desgarrador panorama. «Es como estar en una película apocalíptica», indicó la joven.
Bárbara describe la alarmante situación en la que se encuentran miles de personas en la ciudad y zonas aledañas, y advierte que «hay gente que se está aprovechando de la situación para compartir fake news o para hacer maldades: hay saqueos, gente haciéndose pasar por rescatistas para robar, e incluso abusos a las voluntarias».
Inclusive, relató que actualmente se están organizando refugios exclusivos para mujeres, y niños debido a las reiteradas situaciones de abuso. «Es increíble que existan personas tan malintencionadas, sabemos por qué, no preciso decirlo, pero bueno, es un momento de mucha tristeza, mucho dolor».
Sin agua y con miles de evacuados
Uno de los problemas más urgentes que deben afrontar las autoridades en este momento «es la falta de agua potable y la recolocación de las personas que perdieron todo, porque no van a poder volver», relata Bárbara.
Y es que en los 897 municipios afectados por la catástrofe, incluyendo a Porto Alegre, unas 156.056 personas debieron ser evacuadas de sus viviendas por la situación, mientras que otras aún esperan a ser rescatadas.
«Las autoridades son las responsables»
La joven diseñadora advirtió además que la situación «se veía venir», ya que el año pasado «en septiembre ya hubo dos inundaciones en el interior del estado, entonces no es algo que puedan decir que los tomó de sorpresa».
Bárbara detalló que «hace años que no se invierte en el mantenimiento de las de las compuertas que se crearon en la época del 70 para prevenir inundaciones porque la última vez que Puerto Alegre se inundó así fue en 1941″.
«Tanto el gobernador como el prefecto son responsables de todo lo que está pasando. Ellos flexibilizaron las políticas ambientales de acá para que sus amigos inmobiliarios puedan desmontar y construir en cualquier lugar, todo para poder conseguir plata. Y sin importarles qué iba a pasar con la comunidad», relató.
Daños irreversibles
La crisis hídrica afectó seriamente la infraestructura y los servicios de toda la zona. Algunos de los daños más graves fueron en autopistas, puentes y rutas que se desmoronaron por el socavamiento del agua, el aeropuerto que quedó totalmente inundado y por ello, inutilizable, además de las miles de personas que perdieron sus viviendas, comercios y pertenencias.
La comunidad, clave para salvar vidas
«Creo que fue justamente la colaboración entre los vecinos y la comunidad la que ayudó a salvar muchísimas vidas. Es una tristeza que se hayan perdido varias, pero sin todas estas personas que siguen en el agua trabajando para rescatar gente serían muchas más. Gracias a ellos una tiene un poco de esperanza», relató la joven.
En la zona hay más de 3.000 personas trabajando en el rescate de los pobladores , muchos de ellos sin acceso al agua potable o la energía eléctrica. Militares, bomberos, brigadistas y voluntarios participan de la operación.
«A otras personas que estén pasando por esto, les diría que no estén solas, que busquen contención en amigos, en parejas, en su familia, si las tienen cerca, en vecinos, quien sea, pero que no estén solas, porque es un momento en el que todos tenemos que ayudarnos entre todos», sintetizó Bárbara.