ALARMA POR DEPREDACIÓN PESQUERA FRENTE AL MAR ARGENTINO
La prefectura permanece en alerta por la llegada de más de 500 buques pescarán en las costas del mar argentino.
En pleno diciembre, el arribo masivo de flotas extranjeras frente a la llamada «Milla 201» del Mar Argentino enciende nuevamente las alarmas. Estas embarcaciones, mayoritariamente de origen chino, se instalan al borde de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina para la pesca intensiva, afectando la biomasa de especies migratorias y compitiendo deslealmente con la flota pesquera nacional.
De acuerdo con la Prefectura Naval Argentina (PNA), en los últimos días se detectaron cerca de 60 arribos de buques que, tras recorrer las costas de Ecuador, Perú y Chile, ingresaron por el Atlántico y el Estrecho de Magallanes. El impacto de estas operaciones no solo tiene un trasfondo biológico, al no respetar vedas ni cuotas de captura, sino también comercial, pues las embarcaciones extranjeras compiten con subsidios y menos regulaciones en los mercados internacionales.
«Las flotas extranjeras arrancan antes que nosotros y no cumplen con las fechas de cierre», expresó Darío Sócrate, director ejecutivo de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA) . Según explicó, mientras la flota potera nacional iniciará actividades el próximo 2 de enero bajo estrictas regulaciones, las extranjeras ya están pescando en grandes volúmenes desde finales de este año.
La Prefectura, a través del Equipo de Trabajo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos (Eicemar), trabaja en el monitoreo y registro de las actividades de estas flotas. Este organismo identificó más de 500 buques pesqueros, de los cuales dos tercios son de propiedad china. «Buque de interés es cualquier embarcación cuyo comportamiento, características o antecedentes justifiquen un monitoreo exhaustivo», explicó Sergio Almada, Prefecto Mayor de la PNA.
El problema, sin embargo, radica en los límites de la jurisdicción argentina. Mientras las embarcaciones no ingresen a la ZEE, su actividad es técnicamente legal bajo la Convención de los Derechos del Mar (Convemar). No obstante, su impacto ambiental trasciende fronteras, agravado por la falta de regulaciones internacionales efectivas y por la dependencia de subsidios que hacen rentable su actividad.
A esto se suma la falta de recursos suficientes para controlar de manera eficiente la depredación pesquera. «La Prefectura cuenta con solo cinco buques guardacostas, todos con más de 40 años de antigüedad, para vigilar una zona marítima inmensa «, señaló Almada. Pese a estas limitaciones, el Eicemar continúa desarrollando herramientas como ploteos satelitales y monitoreos electrónicos para identificar patrones de navegación y posibles irregularidades.
El reciente Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca, aprobado por el Congreso argentino en octubre, se presenta como una de las principales herramientas para abordar esta problemática. No obstante, su implementación efectiva aún está pendiente, y la cooperación internacional sigue siendo clave para proteger los recursos del Mar Argentino frente a la depredación extranjera.