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El plantel albirrojo aterrizó en suelo santiagueño con la expectativa de sumar otra estrella y con Guido Carrillo listo para volver a la titularidad.
Con una mezcla de entusiasmo, concentración absoluta y el peso de una final que puede marcar el cierre del año, Estudiantes de La Plata se instaló esta tarde en Santiago del Estero para afrontar el duelo decisivo del Torneo Clausura frente a Racing. El encuentro, programado para este sábado desde las 21 horas y que tendrá a Nicolás Ramírez como juez principal, promete un estadio repleto y un clima de tensión futbolera acorde a una definición entre dos equipos que llegan con ambiciones bien claras.
La delegación albirroja pisó la provincia norteña pasadas las 14 horas y rápidamente fue trasladada al Hilton Garden Inn, el hotel elegido para la concentración y ubicado justo frente a la Casa de Gobierno local. Desde allí, el cuerpo técnico planifica las últimas actividades previas al choque decisivo, que incluirán una revisión táctica y movimientos livianos para ajustar detalles.
El gran foco en la previa es el retorno de Guido Carrillo, referencia ofensiva y figura del equipo, quien vuelve tras haber quedado al margen por la expulsión sufrida en la anteúltima fecha de la fase regular ante Tigre, sanción que lo obligó a mirar desde afuera cuatro compromisos clave. La presencia del goleador es el único movimiento respecto del clásico frente a Gimnasia, una muestra del peso que Carrillo tiene en el andamiaje ofensivo del Pincha.
En contrapartida, Estudiantes lamenta una baja importante: el uruguayo Gabriel Neves, pieza de equilibrio en el mediocampo, quedó fuera de la convocatoria debido a una lesión muscular que lo tiene completamente condicionado y sin un plazo concreto de recuperación. Su ausencia obliga a reorganizar espacios en la mitad de la cancha, aunque el cuerpo técnico ya trabajó en alternativas desde hace varios partidos.
Mientras tanto, en la ciudad se respira clima de final. El público local y los miles de hinchas que viajaron desde La Plata ya empiezan a copar hoteles, bares y la zona céntrica, a la espera de un duelo que puede quedar en la historia reciente del club. En paralelo, fuentes de la organización remarcan que se reforzó el operativo de seguridad y que habrá controles especiales por la magnitud del evento, algo habitual en encuentros de esta envergadura.