LO QUE NO SE VIO DEL DISCURSO DE ZDERO EN EL LEGISLATIVO: CRÓNICA DE VERGÜENZAS Y ACTITUDES
El gobernador habló durante casi dos horas. Algunos diputados de la oposición escucharon y se mostraron respetuosos, pero otros no tanto. Las charlas por lo bajo y un clima legislativo atípico tras el regreso del radicalismo a ser oficialismo y mayoría.
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«¿Ya empezó el show?», se pregunta uno de los presentes en el recinto legislativo, a minutos de que Leandro Zdero tome el micrófono central y entone su discurso inaugural de Sesiones Ordinarias.
La pregunta tiene un sentido, y corresponde a las típicas chicanas, gestos y susurros que protagonizan a modo de enemistad los diputados de las diferentes bancadas. Este viernes, a cuatro meses de la nueva gestión, las declaraciones públicas sobre lo ocurrido en la Cámara de Diputados fueron pocas, pero las actitudes de algunos dirigentes no pasaron desapercibidas.
Siete de la mañana en Resistencia. Las calles lindantes a la Legislatura se encontraban cortadas por protocolos de seguridad. Vallas incluidas, y malestar social amplio. «Cambian los Gobiernos pero al final son todos lo mismo», critica Gonzalo, de aproximadamente 27 años. Los transeúntes, que intentaban caminar por el centro y debían someterse a las interrogaciones de las fuerzas de seguridad para acceder a las zonas valladas, se movían susurrando insultos.
Fuera del recinto legislativo sonaba Stand By Me, de Oasis. Eran las 8:10 y el discurso del gobernador estaba planificado para las 9. A pesar del nerviosismo y las corridas de aquellos encargados de prensa, el clima reinante era la tranquilidad.
Dentro de la Cámara, chica por donde se la mire, sonaba «Can’t Help Falling In Love» de Elvis Presley, aunque esta vez era una versión cover incluso más serena. Es como si hubiesen intentado dar calma antes de una tormenta de tensiones. Los mozos y todos los presentes se saludaban todavía con sonrisas, como si se tratase de un día festivo. En el medio, el Prosecretario Administrativo de la Legislatura del Chaco continuaba con la organización y lideraba los equipos.

La expectativa horaria del discurso de Zdero rondaba la hora, hora y media. Resonaba, pues un discurso así de largo conlleva complejidades discursivas difíciles de afrontar. Pero mientras seguía la espera, el ojo estuvo puesto en quiénes marcaban primero el presente, y de qué manera.
Los funcionarios de tercera línea y entes autárquicos fueron los primeros en llegar al igual que el maquinista del Ejecutivo, el Secretario Coordinador de Gabinete, Livio Gutiérrez, quien puso pie en el recinto con ordenamientos. Otros funcionarios y personalidades de renombre, como el ministro de Seguridad Hugo Matkovich y el Jefe de Policía, Fernando Romero, llegaron minutos más tarde. Eran las 8:35, y todos eran bien recibidos.

A medida que cada uno tomaba posiciones, los intendentes también marcaban presencia. Eran ubicados detrás de las bancas legislativas, uno al lado del otro. Una de las llegadas más resonantes fue la de Alba Sánchez, intendente de La Tigra, quien recientemente amenazó mediante abuso de autoridad a policías de su localidad, y fue expuesta por el propio Fernando Romero. Entre ellos no hubo saludo ni beso, sólo una mirada de recelo.

La diputada mandato cumplido, Claudia Panzardi, quien protagonizó numerosos escándalos en los últimos años y en 2023 fue nombrada en icónicos titulares como «Panzardi le ganó a Panzardi y sucederá a Panzardi en Laguna Blanca «, llegó al recinto diez minutos antes de las 9 y debió pedir instrucciones. Es que nadie la guió, al contrario de lo sucedido con el resto de dirigentes.
Leandro Zdero y Roy Nikisch, intendente de Resistencia, llegaron casi juntos. Mientras tanto, Atlanto Honcheruk, titular del interbloque del PJ, mantenía risas con su bloque y parecía liderar el camino al unísono de un «vamos». Por su parte, Sebastián «Colo» Lazzarini, líder del bloque oficialista, pavoreaba aires de victoria y hablaba por lo bajo con el único representante que quedó del Frente Integrador, Darío Bacileff Ivanoff.

Bacileff, cuya banca se encuentra en el centro del recinto pero también desprende aires de soledad, encontró a su ex compañera de bloque, Clara Pérez Otazú. El problema fue que a la ex diputada la sentaron en un rincón, al lado de la prensa, y lejana a cualquier interacción. Hizo lo que tenía que hacer: estuvo sentada 15 minutos, y se fue.
EL DISCURSO
Zdero empezó su discurso a las 9:05; puntual. Lo hizo tras la introducción de la presidente del Legislativo, Carmen Delgado, y luego de ser recibido por los diputados Honcheruk, Slimel, Canteros Reisser y Gyoker.

Su bloque de legisladores comenzó a escuchar con seriedad, ansiados por el primer inicio de Sesiones Ordinarias como oficialismo y mayoría, tras 16 años de ser justamente lo opuesto. Pero como de los legisladores oficialistas no se esperaba más que una máxima atención al gobernador, las miradas estuvieron puestas en el bloque peronista, que ahora debió presenciar el discurso de un mandatario ajeno al partido.
El discurso del gobernador tocó todos los temas posibles. No hubo un solo tema que no haya contemplado la risa de la diputada peronista, Mariela Quirós. Cuando Zdero habló de los dirigentes acusados y detenidos por supuesto abuso sexual, se rió; cuando habló de educación, seguridad, política y la situación de la provincia, también. Su simpatía no tuvo límites, ni siquiera para sus compañeros de bancada, quienes en ocasiones no podían disimular la cara de vergüenza. Su único momento de seriedad llegaba cuando el fotógrafo del Poder Legislativo se acercaba.
La actitud de Quirós encontró acompañamiento y respaldo en Teresa Cubells, sentada a su izquierda, quien frecuentemente levantaba carteles, ironizaba, se reía, hacía muecas y gestos cada vez que el gobernador decía algo que no era de su agrado, como por ejemplo, cuando anunció el regreso de un proyecto de ley que prohíba el uso de celulares para presos. La alianza Cubells-Quirós resultaba tan molesta por ser las únicas que interrumpían, que en el otro lado del recinto era frecuente escuchar las palabras «pesadas», «desubicadas», entre otras. Nicolás Slimel, sentado a la derecha de Quirós, simplemente asentía cada vez que Quirós le hablaba risas mediante. Desde la bancada radical incluso les levantaban la Constitución, para marcarles la falta de respeto.

Del discurso completo de Zdero sólo el anuncio del boleto gratuito para docentes y el remarque en la carencia de piquetes desde la asunción fueron asentidos por la bancada peronista. Quien más respetuoso se mostró con el proceso constitucional fue el titular del interbloque, Honcheruk, y aquellos dirigentes del PJ con muchos años de carrera y militancia quienes parecieron entender que no era momento para burlas.
La ex ministra de Desarrollo Social, Pía Chiacchio Cavana, una de las dirigentes más criticadas por la nueva gestión, mantuvo el silencio y la atención durante el discurso entero. En ocasiones parecía molesta o confundida, pero no tuvo mayores reacciones sino hasta la finalización del acto, cuando se trenzó en una nimia chicana con el diputado Gyöker, a quien lo cargó por su frecuencia de aparición ante las cámaras, y quien le contestó que ella y sus compañeros de bloque debían ir a la Fiscalía «acá a la vuelta» porque «ahí tienen que estar».
Pero volviendo al discurso. Zdero preparó un largo papel producto de la cantidad de información que le fue otorgada en estos cuatro meses, con la suma de todas las denuncias y estados de situación de todas las entidades públicas. La complejidad de abarcar tantas temáticas causó que a las 10:40, una hora y media después de haber iniciado, todo el recinto pierda foco y comience a murmurar entre sí sobre cosas cotidianas.

Para su suerte, este escenario no duró mucho. El discurso finalizó a las 11 (duró casi dos horas), y fue acompañado de un ferviente aplauso por parte de todos los presentes. En su conferencia de prensa posterior no pudo dejar pasar la crítica a las diputadas Quirós y Cubells por sus actitudes, y dijo: «Vi carteles levantados, pensé que eran pedidos de disculpas al pueblo chaqueño por el daño que hicieron. Los que perdieron las elecciones, los que hoy reclaman, son los mismos que apoyaron la reforma del Impuesto a las Ganancias, que eso significó muchos recursos menos para el Chaco».
El PJ tiene como tarea, además de controlar cuestiones de actitudes propias de la falta de experiencia y una juventud con complejo de superioridad por haber pertenecido hasta 2023 a la máxima esfera del Ejecutivo, el reordenarse internamente. El inicio de sesiones ordinarias es tan solo la primera marca del reloj que señala y advierte una inminente discusión incómoda.



