El juez del Juzgado Federal de Sáenz Peña, Ricardo Mianovich, resolvió dar parte al pedido de detención domiciliaria de Federico González, una persona que fue detenida en Taco Pozo, cuando la camioneta en la que se movilizaba llevaba 14 kilos de cocaína.

Al conocerse este fallo, la fiscalía se opuso al pedido pero la solicitud no fue escuchada, asegurando que «el mismo podría contar con los medios elusivos y obstructivos de la investigación penal».

Llama la atención cómo la estrategia de los abogados de González logró burlar el sistema con técnicas judiciales y lenguaje envolvente, como por ejemplo, basándose en el «Comité de los Derechos del Niño sobre el interés del mismo con el progenitor». También mencionaron que González no posee antecedentes penales, y otras estrategias que fueron incorporadas al expediente para su libertad condicional.  

A pesar de que en la provincia se está combatiendo fuertemente el tema del narcotráfico; en este caso, la Justicia mira para otro lado. «De esta manera, la sociedad confirma que «entran por una puerta y salen por la otra». Duele ver que la Justicia tiene doble vara para algunos hechos y que sea flexible en estos casos, donde debería ser tajante», señalaron desde el Ejecutivo.

En los próximos días, Federico González deberá usar tobillera electrónica e instalarse en su casa en Villa Río Negro, en Resistencia, donde estará con su hijo menor de edad.

González argumentó que es el único responsable del menor, cuando de las constancias de la causa surgen que podría quedar al cuidado de su madre o cualquier otro familiar cercano.