El Senado iniciará la sesión a las 10 de la mañana para discutir y modificar la Ley Bases y el paquete fiscal, antes de devolverlos a Diputados para una segunda revisión. El Gobierno enfrenta un desafío significativo con un quórum ajustado y votaciones que podrían ser complicadas, en medio de un clima de tensión política y bajo la mirada del mercado.

El rol de los senadores chaqueños, en la proyección de la votación en general, es previsible: Antonio Rodas y María Ines Pilatti Vergara votarán en contra, mientras que Víctor Zimmermann lo hará a favor.

Ayer por la tarde, los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano anunciaron que no darán quórum , complicando aún más el inicio de la sesión. La responsabilidad ahora recae en los radicales Maximiliano Abad y Martín Lousteau, este último confirmó su presencia para defender sus dictámenes de minoría, asegurando así el quórum mínimo necesario de 37 legisladores.

Carambia y Gadano pidieron retirar la Ley Bases del temario y votar el paquete fiscal con las modificaciones introducidas por la oposición en la comisión de Presupuesto y Hacienda. Además, sugirieron debatir y sancionar rápidamente la iniciativa sobre jubilaciones aprobada en Diputados, y luego retomar la discusión de la Ley Bases, una estrategia que calificada como «extorsiva» por varios bloques de la oposición.

La reunión de Labor Parlamentaria acordó que la Ley Bases se discutirá con 10 oradores por interbloque, cada uno con 10 minutos, además de los miembros informantes y los jefes de bancadas, quienes tendrán 20 minutos. El paquete fiscal tendrá cinco oradores por interbloque con el mismo tiempo asignado.

Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado y titular de la comisión de Legislación General, defenderá el dictamen de mayoría de la Ley Bases, mientras que Lousteau presentará el dictamen de minoría. Por su parte, Ezequiel Atauche liderará la defensa del paquete fiscal.

Se espera que la discusión de la Ley Bases tome entre cinco y siete horas antes de proceder a las votaciones particulares, las cuales podrían incluir hasta 35 votaciones separadas debido a la división de artículos. El paquete fiscal, aunque menos complejo, también prolongará las horas de debate.

El oficialismo negoció dictámenes con cambios para ambos proyectos con el fin de asegurar su aprobación y devolución a Diputados, a pesar de las resistencias internas y las diferencias con la Casa Rosada. Sin embargo, algunos artículos, especialmente aquellos relacionados con privatizaciones y ganancias, siguen siendo puntos de discordia que podrían ser rechazados en las votaciones particulares.

En este contexto, Lousteau emerge como una figura clave, habiendo presentado dictámenes en minoría que podrían influir en las votaciones. La bancada kirchnerista manifestó su intención de rechazar ambas iniciativas en general y, en caso de derrota, apoyar las enmiendas propuestas por Lousteau o incluso otorgar los dos tercios necesarios a ciertos artículos.

El capítulo del tabaco sigue siendo un punto de incertidumbre, con propuestas divergentes sobre cómo manejar la cuestión impositiva. A medida que la sesión avanza, se espera que las negociaciones continúen intensamente en el recinto.