EL GOBIERNO DE YAMANDÚ ORSI AFRONTARÁ UNA BATERÍA DE DESAFÍOS ECONÓMICOS
Mantener la inflación baja, corregir la situación fiscal y lograr un mayor crecimiento son algunos ejes que deberá encarar de inmediato el presidente electo.

Yamandú Orsi designó a Gabriel Oddone en el MEF, con el desafío de mantener la estabilidad y lograr un mayor crecimiento.
Foto: Comunicación Yamandú Orsi
Inflación y política monetaria
El Frente Amplio (FA) hereda una inflación baja, que se encuentra dentro del rango meta hace más de un año y medio, aunque las expectativas de los agentes económicos empiezan a apartarse de ese techo del 6% y se erigen como un problema en lo inmediato.
El desafío en este caso es consolidar un IPC dentro del rango meta sin retroceder al nivel cercano al 8% de años anteriores. En paralelo, difícilmente pueda cristalizar un nuevo objetivo, en torno al 3%, un paso que algunos especialistas creen necesario, pero que hoy aparece como muy lejano.
La cuestión salarial y el empleo
El tópico de la mejora de los ingresos parece ser un posible foco de tensión interna, luego de que el designado ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, planteara avanzar con la desindexación de los salarios durante algún momento del mandato, con la expectativa de consolidar la baja de la inflación.
Esa postura no es compartida en la interna del FA y así lo hicieron saber el futuro secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, y quien será ministro de Trabajo, Juan Castillo, quienes se mostraron en contra y aclararon que se trata de «una opinión personal» de Oddone.
Incluso, la jugada desató esperadas críticas desde el PIT-CNT, desde donde indicaron que defenderán el poder de compra, pero también desde la Coalición Republicana, que pone el foco en lo que considera una «falta de respaldo» hacia Oddone.
Al mismo tiempo, el cuarto gobierno frenteamplista se comprometió a generar empleo de calidad, en momentos donde el mercado de trabajo se encuentra en niveles positivos en la comparación de la última década. Para avanzar en la materia, afrontará en sus inicios el problema que supone la crisis en diferentes industrias, con la salida del país de Yazaki a la cabeza, que ya generó despidos y amenaza con incidir en la tasa de desempleo.
Pensando a mediano o largo plazo, se dará nuevamente la discusión sobre la productividad para intentar implementar la reducción de la jornada laboral, que será una de las prioridades, según anticipó el ministro Castillo.
Perforar el promedio actual de crecimiento
El crecimiento, que durante la última década, más allá de los vaivenes, estuvo en un promedio cercano al 1,2%, es otro de los ejes donde pondrá el acento Orsi, a fin de poder avanzar con una distribución de esa mejora adicional del PIB. Con un 2024 donde el país crecería en torno al 3%, las estimaciones potenciales de cara a los próximos años se encuentran en el 2,5%.
Lograr un nivel similar o superior para la actividad económica puede ser la piedra angular del gobierno del FA, cuyo programa promete una cuota importante del gasto destinado a programas sociales, buscando una redistribución del ingreso y la riqueza.
En ese sentido, las previsiones parecen ser positivas para este 2025. Bank of America (BofA) anticipó un crecimiento del 2,8% y consideró que la situación en Argentina es un «viento de cola», mientras Moody’s proyectó un mejor desempeño que durante la prepandemia.
La situación fiscal y los impuestos
El déficit fiscal que hereda el gobierno de Orsi fue ampliamente discutido y uno de los temas que agregó una cuota de tensión en la transición. Para el equipo económico de Oddone, la situación fiscal es «igual o peor» que la que dejó la segunda gestión de Tabaré Vázquez, aunque el saliente MEF, con Azucena Arbeleche a la cabeza, salió a defender una mejora en las cuentas públicas y una baja del gasto.
El resultado del Sector Público Global informado este viernes da cuenta de un déficit del 4,2%, mientras que el del GC-BPS quedó en el 3,3%, en ambos casos depurado el efecto de los «cincuentones». Oddone ya planteó que es necesaria una «consolidación fiscal» y se propone reducir esa cifra, aunque existen interrogantes sobre cómo lo hará.
En esa línea, el ministro del FA anticipó que el equilibrio fiscal será el ancla de la estabilidad económica y se comprometió a mejorar la regla fiscal, aunque desde la Coalición advierten que eso implica un ajuste y advierten por una inminente suba de impuestos. Ese escenario fue descartado por Orsi en campaña, pero Oddone aclaró que sería «irresponsable» prometer eso.
El valor del dólar y la competitividad
Como ocurre en cada gobierno, también será importante la gobernanza del dólar, cuyo valor hoy está bajando después de un año donde abandonó la calma y pareció corregir el tan mentado atraso cambiario que acusaban exportadores, aunque agregó cierta presión sobre la inflación.
Después de un 2022 oscilante y un 2023 marcado por una fuerte apreciación del peso uruguayo, el dólar subió fuertemente el año pasado y ahora parece haberse moderado, asentándose por encima de los 42 pesos. Que la tendencia a la baja no se consolide y no exista un nuevo retraso en el Tipo de Cambio Real será fundamental para el sector agroexportador.
Sin embargo, está lejos de ser el único reclamo en materia de competitividad, donde la gestión de Orsi deberá intentar avanzar en la baja de los costos de producción, la apertura de mercados -con la expectativa que genera el Acuerdo Mercosur-UE de cara al año próximo- y cuestiones para desburocratizar o digitalizar algunas estructuras.
La situación internacional y el factor Trump
Finalmente, las novedades que llegan desde el exterior serán otro factor decisivo, con Trump implementando aranceles y amenazando con más medidas en ese sentido, que podrían derivar en un repunte de la inflación a nivel global y el final del ciclo de baja de tasas de la Reserva Federal (Fed).
En paralelo, la posible reedición de una guerra comercial con China, tal como ocurrió en el primer mandato del republicano, puede anticipar una profundización del proteccionismo en el mundo, lo que tendría un impacto negativo para las exportaciones.
El programa del FA propone «un Uruguay abierto e integrado con la región y el mundo». En clave regional, Orsi ya dio señales de un acercamiento con Brasil por la buena sintonía con Lula da Silva, con una mirada de fortalecimiento del Mercosur, pero sin descuidar la relación con el argentino Javier Milei, con quien intentará mantener buen diálogo más allá de las ideologías.


