EL CEPO SE LEVANTA, PERO ¿QUÉ PASARÁ CON LA INFLACIÓN?
Con el levantamiento del cepo cambiario y un nuevo esquema de bandas, el Gobierno apunta a estabilizar el mercado cambiario, pero los analistas miran con cautela la posible espiral inflacionaria.
El lunes, el Gobierno de Javier Milei oficializó el fin del cepo cambiario y presentó un esquema de bandas para el dólar, que oscilará entre los $1000 y $1400. Esta medida, que marcó el inicio de la «Fase 3» del plan económico, generó gran expectativa, pero también incertidumbre sobre sus efectos a corto y largo plazo.
A lo largo de la primera semana sin cepo, el dólar comenzó con un valor de $1.230, pero cerró en $1.126 para la compra y $1.135 para la venta. A pesar de este ajuste, el impacto inmediato sobre los precios fue moderado, aunque ya se registraron aumentos en diversas listas de precios. En respuesta, desde la Casa Rosada intentaron minimizar el efecto de la subida de valores, apuntando a que no todo aumento se debe a la salida del cepo.
Algunos economistas, como Fausto Spotorno, prevén que la inflación de abril rondará el 3%, ligeramente por debajo del 3,7% registrado en marzo. Sin embargo, alertan que la salida del cepo podría generar un repunte en mayo. «Por ahora no hay un impacto directo, pero se espera que los precios continúen ajustándose en los próximos meses», explicó Spotorno, quien destacó la caída de precios en productos como el tomate, que pasó de $50.000 a $25.000.
Aunque las proyecciones más optimistas indican que la inflación podría estabilizarse en torno al 2% hacia mediados de año, hay sectores que ya enfrentan aumentos, especialmente en productos importados. En la industria de la construcción, los materiales de ferretería y los insumos dependientes del dólar oficial registraron incrementos de hasta el 12%, lo que generó inquietud en varios actores económicos.
Desde la consultora PxQ, sin embargo, se mantiene una visión cautelosa, destacando que los efectos del levantamiento del cepo podrían no ser tan inmediatos. La consultora analiza que, en promedio, un salto cambiario de esta magnitud traslada el 80% de su impacto a los precios en los primeros seis meses. Sin embargo, la salida del cepo de 2015 mostró un efecto más atenuado, con solo un 60% de traslado.