CHRIS MARTIN DE COLDPLAY COMPRÓ UNA GUITARRA Y BRINDÓ UN SHOW EN EL LOCAL
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El empleado de un negocio de ventas de instrumentos musicales del microcentro de Ciudad de Buenos Aires, se llevó una gran sorpresa cuando vio entrar por la puerta a nada más ni nada menos que Chris Martin, el líder de Coldplay. Sin embargo, eso fue solo el comienzo del encuentro.
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El artista se encuentra de gira en Buenos Aires, donde ya brincó dos de los 10 conciertos que realizará en River Plate, con entradas agotadas.
Emiliano Báez, se encontraba trabajando como de costumbre cuando el cantante ingresó al comercio este jueves y le ofreció tocar una canción con los instrumentos del lugar. Por lo que, rápidamente se acercaron otros dos empleados para sumarse en bajo y batería, y la música comenzó a sonar.
Martin agarró una guitarra acústica y empezó a cantar algunos de los hits de otras bandas y también una canción que sintoniza, y mucho, con los argentinos.
Primero, Martin tocó una versión de Live Forever, el tema de Oasis de 1994. Luego, hizo en el piano Isn’t She Lovely, hitazo de Stevie Wonder y, como no podía ser de otra manera, su versión de De música ligera, la canción de Soda Stereo que los Coldplay.
Finalmente, el cantante compró la guitarra que utilizó para realizar el show privado.
Emiliano Nievas no tardó en compartir la grabación del momento en sus redes sociales, donde cosechó 50 mil likes en cuestión de horas.
CÓMO FUE EL ENCUENTRO
A través de otro video, Nievas comentó como fue que Martin ingresó al local: Vino la ‘jermu’ (sic) acá, a la puerta del local, hablando en inglés. Mucho no le entendimos, porque hablaba muy rápido. Se va al local de al lado y veo que pasa un flaco alto… Cuando lo miro, le digo a Lucca: ‘¡Es él!’”, comenzó relatando el baterista.
“Cuando se va al local de al lado, nos ve a nosotros que nos asomamos a verlo y nos hace un gesto, levantando el pulgar. A los dos segundos, vino, agarró una guitarra y nos dijo: ‘¡Vamos a tocar algo! ¿Qué quieren tocar?’. Lo primero que se me ocurrió fue Oasis, y empezamos a tocar”, siguió Nievas.
“Y nos anotó para tres entraditas. ¡Redondito!”, cerró con alegría.