En noviembre de 2024, un bebé nació prematuramente en un sanatorio de Villa Allende, Córdoba, dos meses antes de la fecha prevista. Tras el parto, la mujer que dio a luz informó al personal médico que no era la madre biológica del bebé, sino una gestante contratada por una mujer francesa a través de una agencia porteña, en el marco de un proceso de gestación por sustitución. 

La madre comitente nunca apareció, y el recién nacido quedó bajo el cuidado de una familia de acogimiento, donde permanece hasta que se resuelva su situación legal.

La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF) de Córdoba tomó cartas en el asunto y dispuso una medida de resguardo bajo el control del Juzgado de Niñez, hasta que se decida la adoptabilidad del menor.

La fiscalía federal cordobesa, a cargo de Enrique Senestrari, investiga el caso por presunta trata de personas y falsedad ideológica, dado que se sospecha que la mujer gestante firmó el contrato por motivos económicos y en una situación de vulnerabilidad.

En ese contexto, la fiscalía secuestró dinero destinado al pago de la gestante, así como dispositivos electrónicos de la abogada involucrada, quien también es dueña de la agencia que gestionó el acuerdo.

El caso sacó a la luz el vacío legal que rodea la gestación por sustitución en Argentina, un método que se realiza sin legislación específica y bajo la premisa de que «lo que no está prohibido está permitido». Actualmente, la Justicia investiga 49 casos de subrogación de vientres en los que se sospecha de explotación de mujeres gestantes, muchas de ellas provenientes de zonas vulnerables.

Entre los casos más controvertidos figura el de un matrimonio alemán que realizó un proceso de gestación en Argentina. Tras regresar a Alemania con la recién nacida, una revisión médica reveló signos de desnutrición, lo que derivó en la intervención de las autoridades alemanas y la institucionalización temporal de la menor.

Hasta septiembre de 2024, una medida cautelar de la justicia porteña permitía inscribir a menores nacidos por gestación subrogada bajo el consentimiento de ambas partes, sin necesidad de autorización judicial. Sin embargo, la proliferación de casos sospechosos llevó a su revocación en junio de 2024. Desde entonces, todos los nacimientos mediante este método requieren intervención judicial.

Un fallo reciente de la Corte Suprema estableció que los niños nacidos de vientres subrogados son hijos legales de la mujer que da a luz y de quien prestó consentimiento informado, independientemente de quién haya aportado los gametos. La Corte instó al Congreso a legislar sobre la materia para cerrar los vacíos legales que generan tensiones y casos judiciales en aumento.