FEMICIDIO: UN JUBILADO CONFESÓ QUE ASESINÓ A SU ESPOSA A PUÑALADAS
La escena fue descubierta por el hijo de la pareja, quien llamó al 911. «La maté porque me tenía cansado», dijo el hombre de 77 años.
La casa de la calle Carlos Gardel 848, en Loma Hermosa, se convirtió en el escenario de un crimen brutal. Alan Galeano Cubilla, de 37 años ingresó al domicilio de sus padres y encontró una escena escalofriante: su madre yacía sin vida en un charco de sangre, mientras su padre, cubierto de manchas lo miraba fijamente. Sin que nadie le preguntara nada, el hombre confesó: «Yo la maté, la corté porque me tenía cansado».
El femicida, identificado como Ángel Galeano Orue, de 77 años, quedó detenido de inmediato. La mujer asesinada, Otilia Cubilla Jara, de 65 años, presentaba heridas punzocortantes en piernas, brazos y cuello. Los médicos del Servicio de Atención de Emergencias (SAME) confirmaron su fallecimiento en el lugar. A pocos metros del cuerpo, la policía encontró el arma homicida: una cuchilla de cocina con rastros de sangre.
El fiscal Ignacio Correa, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°5 del Departamento Judicial de San Martín, quedó a cargo de la investigación. Las primeras pericias confirmaron que no había signos de forzamiento en la vivienda ni indicios de la intervención de terceros. Todo apuntaba a un crimen con alevosía, perpetrado en un entorno de violencia de género.
Según fuentes judiciales, Galeano Orue contaba con antecedentes penales. En 2022, la Justicia lo había condenado por amenazas en un fallo que estableció una pena de cumplimiento condicional. A pesar de esto, continuó conviviendo con la víctima, sin que se tomaran medidas preventivas para evitar una tragedia.
El hombre será indagado en las próximas horas y podría enfrentar cargos por homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género, lo que implica una posible pena de prisión perpetua. La brutalidad del ataque y la frialdad de la confesón generaron conmoción en la comunidad de Loma Hermosa, donde vecinos y allegados exigen justicia.
Este nuevo femicidio se suma a la larga lista de crímenes por violencia de género en el país. Según organismos de derechos humanos, en lo que va del año, una mujer es asesinada cada 35 horas en Argentina. Un número que sigue creciendo, mientras la sociedad reclama acciones concretas para frenar la violencia machista.