El gobierno de Nicolás Maduro suma una nueva afrenta contra periodistas argentinos este viernes al deportar a otros dos trabajadores de prensa que iban a cubrir las elecciones en ese país. Se trata del periodista y conductor Pablo Ponzone y el camarógrafo Mariano lo Bianco, enviados especiales del canal A24.

Los trabajadores arribaron a Caracas el jueves, donde fueron interrogados durante seis horas por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Tras los interrogatorios les quitaron los celulares y quedaron incomunicados.

Desde la embajada argentina aseguraron que Ponzone y lo Bianco se encuentran en buen estado de salud y esperando el vuelo de regreso a la Argentina, que partirá durante la tarde de este viernes.

El caso se suma a otro ocurrido ayer, en el que el gobierno venezolano retuvo al periodista Jorge Pizarro, de Radio Rivadavia . No le permitieron ingresar al país, le retuvieron el pasaporte, lo interrogaron durante horas y lo amenazaron con enviarlo a Panamá.

La situación se repite en un contexto complejo en el que el gobierno de Nicolás Maduro busca su tercera reelección. En los últimos días, el presidente venezolano encendió todas las alarmas al asegurar que habrá «un baño de sangre» si no se concreta su victoria.

Venezuela va a las urnas entre fuertes tensiones

Las elecciones presidenciales de Venezuela tendrán lugar este domingo 28 de julio, en medio de un creciente clima de tensiones. El actual presidente y sucesor de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, compite con Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria -que agrupa a los partidos opositores de mayor peso.

En medio de fuertes denuncias por restricciones contra otros candidatos, que incluyeron  la inhabilitación política de la principal candidata opositora, María Corina Machado, y de su suplente, Corina Yoris; y del impedimento para votar de millones de venezolanos en el exterior. Es que de los más de 7,7 millones de venezolanos fuera del país, solamente hay 69.189 inscritos para votar.

En los últimos días se sumaron voces críticas contra el gobierno venezolano. El expresidente Alberto Fernández denunció que el gobierno de Maduro lo bajó como veedor de las elecciones . Según explicó Fernández, unas declaraciones suyas en una entrevista radial habrían causado «molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad» .

Fernández había dicho: «Si Maduro es derrotado, lo que tiene que hacer es aceptar. Como dijo (el presidente de Brasil) Lula (da Silva), el que gana, gana; y el que pierde, pierde. Punto. Se terminó. Así es la democracia».

Lula da Silva había dicho el lunes que se sintió asustado cuando escuchó a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, declarar que en ese país habría un «baño de sangre» en caso de salir derrotado en las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.

En las últimas horas lo respaldó el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien dijo que el gobierno de Venezuela debe respetar el resultado de las elecciones de este domingo. Boric señaló que tanto Lula como el ex presidente argentino Alberto Fernández y él mismo son «profundamente demócratas» y pidió a las autoridades venezolanas respetar los resultados «por el bien de Venezuela y de toda América Latina».