La compra de elementos de la canasta escolar empezó a advertirse en algunos comercios especializados y con precios que, en principio, no muestran una suba comparada con los últimos seis meses.

En Libremax una librería de barrio, se encuentran precios mínimos como los de un borrador por $300, un lápiz negro por $450 y un cuaderno chico de tapa dura desde $6.000.

Para tener una idea de la brecha de lo más económico a lo más costoso alcanza con saber que una mochila básica vale $30.000 y la más completa con carrito, brillos, música y luces asciende a $200.000.

HÁBITOS DE COMPRA

Una clienta con una hija que va a la primaria cuenta que suele hacer una compra con lo principal en un mayorista y lo que haga falta completar en alguna librería al paso. Otra mujer con hijo en primaria e hija en secundaria comparte que este año no tiene apuro en comprar y que lo hará en alguna librería que le ofrezca con buenos precios.

«Solo lo justo y necesario», dice. Otra fuente comparte que el año pasado probó yendo a un mayorista porque tenía todo mucho más barato, sin embargo la experiencia fue algo negativa porque no pudo comprar sin registrarse antes como cliente.

LOS TEMPRANEROS

Papelera Marano es una firma que se enfoca en una cartera de clientes de oficinas comerciales y en artículos de embalaje, sin embargo también atienden al público minorista con variedad de productos sobre todo al comienzo de clases.

Su titular Amadeo Marano explica que las compras más tempranas que marcan el inicio de la temporada de vieron en diciembre: «Hace un mes que se viene notando un leve movimiento. En Navidad hubo padres que regalaron una mochila», por ejemplo.

Sobre una tendencia de ventas que se mantiene todo el año, aclara que en esta época lo habitual es la compra de dos cuadernos, mientras que a mediados de año se puede reponer un tercero.

SIN AUMENTOS

En cuanto a los costos Marano sostiene que bajaron los precios de varios elementos, como resmas y cuadernos que están en un 15 a 20% menos y como parte de un proceso de hace seis meses.

Mientras que el descenso en productos de embalaje como cintas, papel madera y plásticos es de un 25 a 30% promedio, con casos extremos como la cinta de empaque que bajó un 70%.

«Con 47 años de existencia, tenemos uno de los surtidos más importantes del nordeste», invita.