El gobierno de Javier Milei habilitó que los medicamentos de venta libre se exhiban en las góndolas de las farmacias. La decisión, plasmada en el Decreto 1024/2024  publicado este miércoles en el Boletín Oficial, actualiza la normativa vigente para adaptarse a las demandas del mercado y las nuevas realidades del sector.

Con esta normativa, el Gobierno permite que ciertos medicamentos de venta libre, como analgésicos y antiácidos, puedan exhibirse directamente en las góndolas de las farmacias . Este cambio busca facilitar el acceso a estos productos, aunque bajo condiciones específicas para garantizar la seguridad de los consumidores.

Entre las restricciones más destacadas, se establece que los medicamentos deben estar en sus cajas originales, incluir su prospecto, y solo podrán ser vendidos a mayores de 18 años. Aunque se habilita la venta en línea, también estará sujeta a controles estrictos para evitar riesgos.

Además, el decreto abre la posibilidad de que algunos medicamentos de venta libre se comercialicen fuera de las farmacias.  Actualmente, antiácidos y analgésicos son los primeros productos autorizados, pero la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) podría ampliar esta lista en el futuro.

Uno de los ejes centrales de la medida es la diferenciación entre medicamentos que requieren receta médica y aquellos que no. Para los primeros, la normativa mantiene la obligatoriedad de ser vendidos exclusivamente en farmacias y bajo la supervisión de un profesional farmacéutico, asegurando el cumplimiento de las normas sanitarias.

El Gobierno justifica esta decisión argumentando que busca un equilibrio entre facilitar el acceso a medicamentos y garantizar la seguridad de los consumidores. Según el texto oficial, el decreto prioriza la información clara y veraz para el usuario, promoviendo una elección libre e informada.

Aunque el decreto promete beneficios para los consumidores, la medida no está exenta de polémica. Algunos sectores del ámbito farmacéutico y de la salud expresaron su preocupación por los posibles riesgos de una comercialización más abierta, mientras que otros celebran la iniciativa como un avance en la accesibilidad.