PAPELÓN CON LA FÓRMULA 1 EN LAS VEGAS: UNA ALCANTARILLA ROMPIÓ LA FERRARI DE CARLOS SAINZ

Ferrari tuvo que hacer el auto del español a nuevo después del daño que sufrió por culpa de una tapa de alcantarilla suelta.

La Fórmula 1 regresó a Las Vegas para el Gran Premio que no se llevaba a cabo hace 41 años. En reemplazo del Gran Premio Caesar»s Palace que se realizó por última vez en 1982, la ciudad del entretenimiento recibió a la Máxima en el circuito callejero para la penúltima fecha del campeonato.

Entre las luces, los colores, los diseños de los autos y la esfera, la expectativa era muy alta, pero tras las primeras prácticas todo indica que la experiencia está siendo olvidable tanto para los pilotos como para los equipos y aficionados.

La actividad en los Estados Unidos tuvo que ser suspendida en el comienzo por un insólito inconveniente en el auto de Carlos Sainz, que se llevó puesto la tapa de una rejilla de la pista que se soltó y quedó debajo del monoplaza del español, causando daños en el motor, la batería y la carrocería.

Ante esto, la organización sancionó al piloto de Ferrari con 10 puestos en la parrilla de salida de la final y decidió levantar una bandera roja, que detenía la primera sesión de prácticas por motivos de seguridad en apenas ocho minutos.

Desde la F1 comunicaron que deberían investigar y reforzar el estado de las demás 30 tapas de alcantarillas presentes en la larga pista, pero estuvieron dos horas sin dar más información y pasada la medianoche no había registro de actividad en el paddock.

Max Verstappen fue muy crítico con lo que pasó. De hecho, antes de salir a correr dijo que se sentía «como un payaso» y tras los incidentes el primer día de acción, lanzó: «No lo disfruté, tuve mejores pistas en mi vida. Ya lo dije ayer, no hay nada nuevo que haya descubierto o lo que sea, pero seguimos adelante con eso».