LOS MOVIMIENTOS DE CÉSAR SENA ANTES Y DESPUÉS DEL ASESINATO DE CECILIA: LA DECLARACIÓN CLAVE DE UNA TESTIGO
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El pasado 16 de junio, una testigo clave brindó su declaración ante el Equipo Fiscal Especial para tratar de aportar más datos esclarecedores sobre los movimientos de César Sena y su familia, en los días previos y posteriores al asesinato.
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En este sentido, según pudo confirmar Diario Chaco, la mujer identificada por su inicial M, dijo que su vínculo era con César, el presunto femicida. En su extenso testimonio, confesó que la relación entre ambos comenzó por Tinder y que luego fueron amigos. En mayo de 2022, según narró, el hijo del matrimonio Sena le ofreció para trabajar como mucama en el Centro de Salud del barrio Emerenciano. La joven aceptó, y le dieron entonces una beca que a día de hoy continúa cobrando por su labor.
Respecto al vínculo de César y Cecilia, M dijo: «Sé que hace más de un año César empezó la relación con Cecilia, a quien la he visto muy pocas veces. Sabía por César que seguían en pareja, como así también sabía que tenían una relación tóxica entre los dos. Por eso yo no hablaba mucho con él, para no tener problemas«.
El jueves 1 de junio, día en el que Cecilia se despidió de su familia y se subió a la camioneta blanca de César con el supuesto objetivo de viajar a CABA y luego a Ushuaia, la testigo afirmó: «El jueves a las 18, César me habló por WhatsApp y me dijo para ir a Paso de la Patria a las 23. Le pregunté si iba su novia, porque si era los dos solos yo no iba a ir. Él me dijo que íbamos a ir solos, que supuestamente había una fiesta, lo que me pareció raro y le dije que no. Ese mismo día, entre las 00:00 y 00:30 del viernes, César me envió mensajes de nuevo y me dijo si le podía dejar dormir en casa porque se había peleado con su novia y ésta no le dejaba entrar en su casa «.
Luego, continuó: «Le pregunté a mi mamá si podía venir César, y me dijo que sí. Le preparamos una cama que está en el comedor, pero César me daba vueltas cuando le decía que venga, diciéndome que tenía vergüenza y demás cosas, entonces yo me dormí. Al otro día, osea viernes a las 10 maso, yo le hablé y le pregunté dónde durmió. Me dijo que dentro de la camioneta y de paso le hizo compañía a un sereno del barrio Emerenciano en las viviendas en construcción. Mientras hablábamos le conté que estábamos por ir a un operativo de Salud en Colonia Elisa y él me dijo que si podía ir con nosotros y le dije que sí».
Este operativo de Salud en Colonia Elisa fue uno de los determinantes clave, porque fue donde se lo vio a César con los arañazos en el cuello. «A las 12:50 César ya estuvo en casa. Llegó en la camioneta blanca vieja, le invité un sándwich de milanesa porque me dijo que no había comido. Después me dijo para buscarle a R -nombre oculto- para que vaya con nosotros. De ahí nos fuimos a la casa de R, que vive en el barrio Emerenciano, cerca del Centro de Salud», relató la testigo.
Y afirmó, respecto a las heridas que presentaba César: «En el camino, vi que, en su cuello, frente y pera, César tenía tipo rasguños. Le pregunté qué le había pasado y el me dijo tetxualmente: ‘Discutí con Cecilia y esta me tiró con todo lo que tenía delante’. Me dijo también que Cecilia le pedía plata que él no tenía. En la camioneta, vi que llevaba ropas y termo en el asiento de atrás».
Alrededor de las 17:30, César Sena se retiró del evento junto a la mujer identificada como R bajo la excusa de que «tenía una reunión». Por la noche, César y M se volvieron a comunicar por WhatsApp. La joven le preguntó cómo estaba, y él le respondió «maso». La próxima conversación tuvo lugar el sábado por la mañana: «Volvimos a hablar y él me invitó para salir un rato a comer algo».
A las 11 de la mañana, César fue hasta la casa de su amiga en la Hilux blanca y se dirigieron ambos hasta un kiosco 24 horas en el centro de Resistencia. Compraron unas bebidas, fueron hasta una plaza y allí hablaron de las relaciones de pareja que ambos conservaban. «Él me contó de sus problemas con Cecilia, que la relación ya no iba más porque ya hubo golpes. Le aconsejé que debía terminar su relación para no pasar a mayores», señaló la testigo.
Sobre el final del relato, M afirmó que en el lugar estuvieron cerca de media hora y luego subieron nuevamente a la camioneta para volver a la casa. Dentro del vehículo, la joven observó: «Debajo de su asiento llevaba una mochila color azul, de donde sacó una tableta de pastilla que tenía contado los días. Le pregunté de qué era y me dijo que le recetó el psicólogo porque tenía problemas de arranques -nervios-. Tomaba todos los días. A las 11:40 me dejó en casa y se fue».
El último contacto llegó ese mismo sábado a las 23, cuando M lo contactó para que César hable con sus padres y éstos le faciliten a M y su madre, la entrada al boliche Coliseo en Resistencia. Esto finalmente ocurrió, y la familia Sena, que había asistido al lugar por un acto proselitista, se retiró cerca de las 2 junto a también Gustavo Obregón.
«El miércoles 7 lo volví a ver en un operativo de salud en Colonia Unidas. Hablé con él y solo me dijo que estaba mal, y no mucho más. Desde entonces no lo vi ni hablé más con él», finalizó la testigo. Todas sus declaraciones respecto a lo ocurrido el viernes 2 y los movimientos familiares fueron ratificados por la mujer R, quien también dio su testimonial y aportó más datos.
Fuente: Diariochaco