Lun. Dic 8th, 2025

LA ACTRIZ QUE BRILLÓ EN EL ETERNAUTA Y NADIE SABÍA QUIÉN ERA

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Orianna Cárdenas interpreta a Inga en la exitosa serie «El Eternauta». Su historia atraviesa el dolor, la migración y la búsqueda de un sueño. La serie con tan sólo 6 capítulos ya cautivó a más de diez millones de espectadores.

Cuando Orianna Cárdenas era apenas una niña en Valencia, Venezuela, jugaba a ser actriz en los pasillos escolares. Las luces del escenario parecían un espejismo lejano. Hoy, con 25 años, se la reconoce en las calles de Buenos Aires por su papel en El Eternauta, una de las ficciones más vistas de Netflix, donde comparte escenas con figuras como Ricardo Darín.

Criada junto a sus hermanas por su padre tras la muerte de su madre, su adolescencia estuvo marcada por la necesidad de postergar el arte. En una Venezuela golpeada por las carencias, el teatro debía esperar. Recién al terminar el colegio, entre cortes de luz y estanterías vacías, comprendió que debía tomar otro rumbo. Así llegó a Argentina, tierra que ya albergaba a su hermana mayor y que ella conocía a través de novelas que miraba con admiración.

Al principio, su destino parecía otro: se anotó en Diseño de Indumentaria en la Universidad de Buenos Aires, trabajó como recepcionista y vendedora, se desdobló en rutinas ajenas a la actuación. Pero su pasión estaba latente. Se anotó en talleres, hizo publicidades, modeló. El escenario, silencioso, la esperaba. Hasta que un día, llegó una convocatoria que pedía algo específico: una actriz venezolana.

La desilusión acumulada casi la convence de no presentarse. Pero envió las fotos. A partir de allí, una sucesión de llamados comenzó a construir el camino que la llevaría a interpretar a Inga, un personaje nuevo dentro del universo de El Eternauta. Bruno Stagnaro, el director, le dio libertad para imprimirle identidad. Así, la voz de Orianna, cargada de caribe y ternura, se volvió parte del relato postapocalíptico argentino.

Mientras el mundo descubría la historia del héroe colectivo, ella esperaba con paciencia. Fueron casi dos años entre la grabación y el estreno. Durante ese tiempo, continuó trabajando en una aseguradora de viajes. «Aún no vivo de esto», confesó. Pero su cara ya estaba en la pantalla, y su nombre circulaba entre los usuarios que la recordaban de un infomercial de joyas nocturno que, de pronto, volvió a viralizarse.

El rodaje también le regaló vínculos. Ricardo Darín se convirtió en figura clave, no solo por su prestigio, sino por su calidez. En uno de los aniversarios de la muerte de su padre, el actor la acompañó en silencio, con un cigarrillo compartido y palabras de consuelo. «Fue como un papá para mí», admitió Orianna, con voz emocionada.

Inga, su personaje, representa a quienes buscan pertenecer, a los que llegan de lejos y aportan con voz nueva a una historia colectiva. Y Orianna lo sabe. «Me llena el corazón recibir mensajes de venezolanos que se ven reflejados», comentó. Su sobrino de cuatro años, fanático de la serie, también la mira con ojos de héroe.

El Eternauta se volvió la serie más vista del mundo en tiempo récord

La adaptación de la historieta de Oesterheld lidera el ranking de series no habladas en inglés en Netflix. Se posicionó primera en 13 países y logró el «Top ten»en en 87. Con solo seis episodios, cautivó a más de diez millones de espectadores. Con un total de 10.800.000 visualizaciones y 58.300.000 horas reproducidas, la miniserie basada en la historieta de Héctor Germán Oesterheld irrumpió con fuerza en el escenario global.

Lejos quedó su más cercana competidora, la surcoreana Un héroe débil, que alcanzó 6.400.000 vistas. El público internacional no solo se sintió atraído por la narrativa de ciencia ficción, sino también por el retrato sensible y humano de una Buenos Aires azotada por una invasión silenciosa. La dirección de Bruno Stagnaro fue clave en el fenómeno. Criado en la atmósfera del Eternauta, su vínculo con la obra nació en la infancia y se convirtió en misión. Dos años de escritura de guiones, cuatro meses de preproducción, 148 días de rodaje en más de 50 locaciones del AMBA y un año y medio de postproducción dieron forma al proyecto. Se construyó un universo visual donde lo cotidiano se vuelve épico.

En la producción intervinieron más de 2900 personas, entre técnicos, actores y extras. Se diseñaron 35 escenarios virtuales, y se confeccionaron más de 500 máscaras para las escenas de combate y supervivencia. Cada detalle fue cuidado con precisión quirúrgica para trasladar el espíritu de la historieta a la pantalla sin perder su esencia social, política y existencial.

Publicada originalmente entre 1957 y 1959 en la revista Hora Cero, El Eternauta fue una revolución narrativa. Situar una historia de ciencia ficción en una ciudad real, con protagonistas comunes enfrentando lo extraordinario, resultó en un cambio de paradigma. Esa apuesta estética y emocional mantiene su vigencia y ahora, más que nunca, encuentra nuevos lectores —o mejor dicho, espectadores— en todo el mundo.

El estreno, ocurrido el 30 de abril, implicó una jugada audaz: solo seis episodios condensan una saga de resistencia, memoria y coraje. Y lo que comenzó como una aventura solitaria bajo la nevada mortal, terminó por abrazar a millones de personas desde sus pantallas. Como si el mensaje original de Oesterheld hubiera estado esperando este momento para estallar.

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