JORGE RIAL REVELÓ LA DURA CARTA DE UN POLICÍA A MILEI Y BULLRICH: «NUESTROS HIJOS TAMBIÉN TIENEN HAMBRE»
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Durante la emisión de «Argenzuela» (C5N) de este jueves, el conductor leyó el sinceramiento de un uniformado, obligado a reprimir a jubilados.
«Esto deja a la mayoría del personal sin la capacidad para cubrir los gastos básicos, como alimentación, transporte, vestimenta o útiles para los chicos. Debemos callarnos, aguantarnos o arriesgarnos a ser sancionados o dados de baja. Nuestra voz no se escucha porque el sistema nos impide alzarla«, continúa.
Y agrega: «Es injusto y profundamente frustrante ver que otros sectores logran mejoras salariales a través del reclamo y la presión social, mientras nosotros debemos seguir cumpliendo funciones de riesgo sin condiciones dignas ni derechos al reclamo. Por si esto fuera poco, la cúpula de nuestras instituciones, jefes y altos mandos, perciben sueldos que oscilan entre los 5 y 10 millones de pesos, muy lejos de la realidad del personal subalterno».
«Nos duele, además, que se nos envíe a reprimir manifestaciones de jubilados o trabajadores que reclaman por las mismas necesidades que nosotros. Nos duele porque entendemos ese sufrimiento, porque también nos falta para llegar a fin de mes, porque nuestros hijos también tienen hambre, porque también nos falta para pagar el alquiler, y mientras cumplimos con nuestra función debemos reprimir a quienes luchan por lo mismo que nosotros no podemos ni siquiera expresar», reza el escrito.
En tanto, reclama: «La señora ministra ha declarado públicamente que las Fuerzas van a estar bien y ha repetido la frase ‘el que las hace, las paga’. Pero lo cierto es que quien verdaderamente la paga somos nosotros, los efectivos que no llegamos a fin de mes, que no vemos mejores, que somos descartados y silenciados«.
Y suma: «No estamos bien, señor Presidente. Estamos cansados, decepcionados y al límite. Señor Presidente, señora ministra, esta situación no es sostenible. No se puede pedir sacrificio, compromiso y vocación cuando no se garantiza lo mínimo: un salario digno, condiciones humanas de trabajo y un trato justo».
«Ustedes tienen hoy la oportunidad y responsabilidad de escuchar este reclamo y transformar una realidad que se vuelve insostenible para miles de familias. Aún estamos a tiempo de evitar un colapso institucional mayor«, cierra la carta.
