IMAGENES DE JOSE ALPEROVICH EN LA CARCEL
El exsenador tucumano recibió una pena de 16 años de prisión y fue trasladado a la cárcel de federal de Ezeiza.
El juicio contra José Alperovich: “Yo no abusé de ella”
Cuatro años y medio pasaron desde que el caso irrumpió en la política nacional. Con un mensaje desgarrador, una mujer hacía una acusación gravísima: había sido víctima -contaba- de múltiples abusos sexuales en Tucumán y Buenos Aires.
El ahora condenado para ese entonces era senador y nunca renunció a su cargo ni su espacio político se lo exigió. Cumplió sus cuatro años de mandato popular para hacer uso de sus fueros e intentó por todos los medios que la causa tramitara en Tucumán, cuna de su poder.
De acuerdo a la denuncia que ahora la Justicia convalidó, los abusos ocurrieron en la provincia y en la Ciudad de Buenos Aires, cuando Alperovich y la víctima, de la que se preserva su identidad para resguardarla, viajaban para cumplir sus labores en el Congreso Nacional.
Por eso, con la intervención de la Fiscalía Especializada en Violencia contra las Mujeres, a cargo de Mariela Labozzetta, y el fiscal Santiago Vismara, la causa pudo salir de la provincia y se desarrolló en la Justicia nacional.
El juicio empezó el 5 de febrero y pasaron docenas de testigos en audiencias semanales. Declaró Alperovich, durante más de ocho horas, también su hija Sara y todo el equipo de campaña que estaba en la «mesa chica» de la que participaba la denunciante y el imputado.
«Yo no abusé de ella, eso es una mentira. Yo soy un hombre de 70 años«, sostuvo sobre la denuncia de la mujer, que es hija de un primo hermano suyo. «Son títulos que se ponen, dicen que es mi sobrina pero ella nunca me dijo tío y yo nunca le dije sobrina», añadió.
El ex gobernador siguió el juicio por videollamada. Sólo se presentó al inicio -el 5 de febrero- y a las últimas audiencias.
Se conectó desde su casa, donde fumaba, conversaba con personas detrás de la cámara, tomaba café y evitaba hacer gestos.
Su defensa fue contundente: durante el alegato de cierre, en el que pidió la absolución, ocupó gran parte de las nueve horas en «denostar a la víctima», en palabras de los querellantes.
Ahora la Justicia deberá investigar por falso testimonio a Manuel Frías, mozo de Alperovich durante la campaña electoral de 2017-2019, periodo durante el cual una joven de entonces 27 años denunció que ocurrían los abusos sexuales.
Lo mismo ocurrió con Víctor Hugo Decataldo, un empresario de transportes que terminó en pareja con Sara, la hija de Alperovich, y con David Cayatta, ex custodio y chofer de Alperovich.