EL TRÁGICO VUELO DE FÉLIX BAUMGARTNER: SU PAREJA PUBLICÓ EL VIDEO DEL ÚLTIMO DESPEGUE
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Miha Schwartzenberg, la mujer que lo acompañó durante más de una década, compartió las imágenes del momento en el que el paracaidista austríaco inició su vuelo final.
Félix Baumgartner, el paracaidista austríaco que deslumbró al mundo en 2012 al lanzarse desde la estratósfera, murió a los 56 años mientras realizaba un vuelo recreativo en parapente sobre la costa italiana.
Su pareja, Miha Schwartzenberg, publicó en redes sociales el video del despegue y lo acompañó con un emotivo mensaje: “Durante más de 12 años estuve en cada uno de sus despegues y aterrizajes. No sabía que estaba grabando su despedida”.
La tragedia ocurrió en Porto Sant’Elpidio, un balneario sobre el mar Adriático. Según detallaron medios europeos, Baumgartner volaba solo, sin intención de batir ningún récord, cuando perdió el control del ala delta y se precipitó contra una pileta de un hotel.
Las primeras investigaciones indican que la causa de la caída fue una falla en el parapente, aunque las autoridades no descartan que haya sufrido una descompensación en el aire. De hecho, algunas fuentes señalaron que habría muerto antes del impacto.
Miha relató que el austríaco había mencionado la intensidad del viento antes de despegar. Incluso, en su última publicación en Instagram, él mismo escribió “Demasiado viento”, sin saber que esas palabras serían su despedida. “Le pregunté si no era peligroso volar así y me dijo que tenía todo bajo control. Me quedé grabando, como siempre lo hacía, pero esta vez fue diferente”, agregó la viuda en declaraciones al portal Heute.
El accidente conmocionó al mundo del deporte extremo. Baumgartner se convirtió en una figura global cuando, el 14 de octubre de 2012, se lanzó desde casi 40 mil metros de altura, rompiendo la barrera del sonido en caída libre. Fue el primer humano en lograrlo sin propulsión mecánica. Ese salto quedó grabado como una hazaña científica y deportiva que desató admiración global.
A lo largo de su carrera, también realizó saltos desde rascacielos, acantilados y otras alturas extremas. Pero el de Porto Sant’Elpidio fue distinto: no lo empujó la búsqueda de un récord, sino simplemente el placer de volar. En palabras de Miha, “Félix era feliz en el aire, ese era su lugar en el mundo”.
Sus restos fueron reconocidos en el lugar del accidente, y se espera que en los próximos días se realice un homenaje en su Austria natal. Su legado quedará inmortalizado no solo por su valentía, sino también por su espíritu inquieto y su pasión por desafiar los límites humanos.