DÍA DE LA MUJER: LAS BARRERAS SOCIALES QUE SIGUEN FRENANDO LA IGUALDAD
La diferencia de sueldos por un mismo trabajo entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad innegable en Argentina. En la nota te contamos detalles y cifras.
Cada 8 de marzo y hace 115 años, se celebra el día de la mujer en diversos países. Se trata de una fecha para concientizar sobre cómo las desigualdades y los techos de cristal –barreras y limitaciones sociales– siguen impactando de manera negativa en niñas, adolescentes y mujeres a lo largo de su vida.
Desde la UNESCO sostienen la importancia del eje Género y Educación en las políticas educativas nacionales ya que permite considerar: «La noción de género como un concepto fundamental; la desigualdad y discriminación de género como problemas públicos que afectan el derecho a la educación de calidad; y la igualdad de género como un objetivo de desarrollo, que orienta la agenda pública y educativa a nivel regional y global».
Desde la organización destacan que existe una evidencia global que revela las dificultades desmedidas que las niñas y mujeres tienen «para ejercer su derecho a la educación, por diversos factores: barreras de acceso, exacerbadas por la pobreza y las crisis económicas; estereotipos de género en los planes de estudios, libros de texto y procesos pedagógicos; violencia contra las niñas y mujeres dentro y fuera de la escuela; y obstáculos de orden estructural e ideológico para ser parte de disciplinas académicas o de formación profesional dominadas por los varones».
En ese marco, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), titulado «8M en Perspectiva Económica 2025», reveló que la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad innegable en Argentina. A pesar de las declaraciones de Javier Milei, quien en enero de 2025 en el Foro de Davos aseguró que «no hay desigualdad para una misma tarea», la situación se profundizó aún más en los últimos meses, especialmente en los sectores informales.
De acuerdo con el informe, la diferencia salarial entre hombres y mujeres aumentó en 2024, alcanzando un 27,7%, lo que representa un incremento de 1,3 puntos porcentuales respecto al año 2023. En el ámbito informal, esta disparidad es aún mayor, alcanzando el 33,3%, lo que revela que las mujeres continúan siendo las más vulnerables en el mercado de trabajo.
El estudio del CEPA también señala que la feminización de la pobreza es una consecuencia directa de esta desigualdad. Las mujeres representan el 61,4% de las personas más pobres del país, mientras que los hombres ocupan el 65% de los puestos más altos en términos de ingresos.
Además, el informe pone en evidencia el aumento de la desocupación en las mujeres. En 2024, la tasa de desocupación femenina llegó al 7,9%, mientras que la masculina fue de 6,2%. Esto se debe, en parte, a la pérdida de puestos de trabajo en sectores feminizados, como el trabajo doméstico y la docencia, sufrieron importantes recortes salariales.
Por otro lado, las jubilaciones mínimas, que también benefician mayormente a las mujeres, experimentaron una pérdida de poder adquisitivo del 13,3%. Además, el Gobierno recortó varios programas destinados a este sector poblacional, como el Programa Acompañar, destinado a víctimas de violencia de género.
Ante esta situación, en el Día Internacional de la Mujer, las mujeres argentinas saldrán a las calles para exigir una vez más igualdad de derechos y oportunidades. La consigna de este año, «Contra el hambre, el saqueo y la crueldad», refleja el descontento con las decisiones económicas del gobierno.
TECHO DE CRISTAL PARA LAS MUJERES
Un reciente informe de Chicas en Tecnología (CET), en colaboración con NCR Foundation, titulado La brecha que persiste, revela que, en América Latina, la presencia de mujeres en estos ámbitos oscila entre el 28,9 % y el 42,6 %. Sin embargo, en áreas específicas como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), este porcentaje se reduce aún más, sin superar el 23 % en ningún país de la región.
Uruguay es el país con mayor participación femenina en carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) (42 %), seguido por Argentina y Colombia.
En los países desarrollados, como Estados Unidos y algunas naciones europeas, la participación femenina es generalmente más alta: en la Unión Europea, las mujeres constituyen apenas el 17 por ciento del estudiantado en carreras de Tecnología de la Información y la Comunicación, y en Estados Unidos, alrededor del 24 por ciento.
Por otro lado, de acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, 606 millones de mujeres en edad de trabajar no pueden ni pensarlo por cumplir con roles de la llamada economía del cuidado , mientras que esta situación la padecen 41 millones de hombres en el mundo.
Y mientras 95% de los hombres entre 25 y 54 años están en la fuerza laboral, la cifra para las mujeres de la misma edad es sólo 52%.