Este lunes el Gobierno nacional reglamentó una parte de la Ley Bases, aprobada meses atrás en el Congreso, a través del Decreto 695/2024 . La norma otorga facultades extraordinarias al presidente Javier Milei en cuatro áreas clave: administrativa, económica, financiera y energética.

El decreto además puso en vigencia el capítulo de Reforma del Estado, que incluye la reorganización administrativa, las privatizaciones y los cambios en el empleo público. 

En cuanto a los llamados «superpoderes», se trata de facultades que la Ley Bases delega en el Poder Ejecutivo, vinculadas a materias determinadas de administración y de emergencia.

De esta manera, el Congreso delega en el Ejecutivo una serie de facultades que permitirán avanzar en una reforma del Estado y renegociar o rescindir contratos de obras públicas, sin la necesidad de pasar por el Congreso, entre otras iniciativas.

¿Qué son las facultades delegadas?

El artículo 76 de la Constitución nacional «prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública» y establece que la delegación debe ser «con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca».

De esta manera y durante el período que dure la delegación en materias determinadas o por emergencia pública, el Presidente, con su firma y la del Jefe de Gabinete, puede ejercer funciones legislativas a través de decretos, siempre y cuando se cumpla con lo establecido por el Congreso en la ley de delegación, lo que se conoce como «las bases de delegación».

Los decretos generados en lo que dura la delegación de facultadas luego deben ser controlados por la misma Comisión Bicameral legislativa que controla los decretos de necesidad y urgencia.