Jue. Dic 11th, 2025

BORDANDO LUCHAS DE AYER Y RELATOS, PARA ATRAVESAR LO INEXPLICABLE

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Mariana Salas, hija de Néstor «el Flaco» Salas asesinado en la Masacre de Margarita Belén, realizó en el acto un conmovedor relato de su vida y el legado de su padre y compañeros de militancia caídos en la oscura noche de la dictadura militar. Aquí, su historia y el texto completo leído por Mariana en el 46 aniversario de la Masacre de Margarita Belén.

“A veces logramos reconstruirnos a través de relatos, de historias que fueron compartiendo de boca en boca, de encuentros, desencuentros, esas uniones que logramos armar, esos puntos de encuentro son los que van tejiendo nuestra historia, formando la red que sostiene a estos cuerpos que en algunos casos quedaron a la deriva luego de la desaparición y fusilamiento de nuestros seres más queridos. Soy la hija de Mirta Clara y Néstor Carlos Sala. Nosotros vivíamos en La Plata. Los viejos estudiaban en distintas facultades y entre libros, reuniones, mates, vino y peña fueron construyendo un profundo deseo de cambiar la sociedad, de construir un país más justo, crearon lazos que el tiempo fortaleció en esa unión para siempre.

La facultad y la fábrica fueron semilleros de ese sentimiento tan profundo de rebeldía. Se puede creer que hacer la revolución implica bastante sufrimiento. Sin embargo, estos hombres y mujeres estaban llenos de pasión y alegría. Una pasión ingobernable, tan peligrosa se volvió para los milicos qué fue donde pusieron en el objetivo de atacar, destruir y desaparecer.

Nos fuimos a Chaco, a modo de protección. Mamá me contaba que al principio fue duro porque no tenían a su lado sus compañeros de lucha, pero que en poco tiempo volvieron a organizarse con gente hermosa. Que solo la distancia les dio la posibilidad de conocer. Los viejos se habían elegido a llevarme un jardín cooperativa donde la enseñanza se daba a través de talleres de teatro danza y música, se llamaba el Jardín de Poen.  Hace poco, a través de la red de compañeras de mamá logré entrevistar a varias maestras y maestros, me contaron que papá me llevaba al jardín y me dejaba envuelta en una mantita.  Sabemos que en Chaco hace mucho calor, por eso quiero pensar que él quería tenerme envuelta en esas lanitas a modo de protección. Pensamiento que me llena de ternura  Papá se encargaba de muchas tareas ligadas a mi crianza me cambiaba los pañales y me llevaba con él a todos lados. Ser rudo  y bien macho también implicaba tener esas habilidades.  Yo no sé si eran modernos, o sí mamá era muy brava, pero los relatos con los que cuento de ese tiempo son para mí tesoros.  Le dan cuerpo a su militancia.

El 9 de octubre de 1975 la brigada investigaciones centro en nuestra casa. Torturó a papá y a mamá, aunque ella gritaba desesperada que estaba embarazada. Robaron todo lo que pudieron y el resto lo destruyeron. Se llevaron a mis viejos , los desaparecieron. Yo tenía un año y dos meses y estaba en el jardín esperando que papá llegará pero eso no sucedió, se hizo muy tarde y me imagino que la directora dudo de que algo le hubiera pasado. Llegó la policía buscando una foto mía para poder identificarme. Dieron vuelta toda la oficina de la directora buscando la foto de la nena de los subversivos.  Pero ella me oculto y no dijo palabra .

En esos tiempos hubo algunos casos de hijos de desaparecidos que fueron torturados junto a ellos para que sus padres hablaran. Quizás para eso me buscaban. La directora del jardín hizo como si no supiera nada y los canas nunca se enteraron de que me tenían el aula de al lado oculta. Arriesgo su vida para protegerme sin ser militante, sin participar de ninguna Orga.  La cana  se fue sin datos y ellos salvo mi vida. Ese mismo día la compañera de militancia de mamá Gregoria Pérez me retiro del jardín en medio de la noche .Me contó que me llevó escondida entre mantas por el miedo que tenía que nos vean, me cortó el pelo y jugó conmigo a que era un varón lo hizo para protegerme. Nunca había cuidado ningún pequeñito, así que se le hizo difícil, yo lloraba pidiendo por mamá. La angustia nos habitaba ambas.

Poco tiempo después llegó la orden de dejarme la casa de otro compañero y a los pocos días ella también cayó presa.  Pasando de mano en mano me recibieron Edgardo García y el Elvia Cardozo en su casa la orden era que tenía que cuidar a la hija del tiburón. Edgardo me contó que desde que llegué me tenían como una reinita, me compraron vestiditos porque venía con ropa de varón y me trataron como una hija. La gringuita me decían me tenían todo el tiempo aúpa por qué lloraba y me bajaban también me relato de mi carita que tenía tinte sufrir con esa arruguita en el ceño bien marcada

Estuve en su casa hasta que recibió la orden de dejarme la estación de colectivos e irse sin mirar atrás porque otro compañero me iba a levantar. Me dijo que nunca pudo saber si estaba viva o no y si habías llegado con mi familia . Una foto me acompañó el respaldo de su cama hasta el día que se enteró que vivía y se acercó para traérmela.  Poco tiempo después de dejarme la estación cayó preso y compartió el pabellón con papá . Por seguridad nunca le contó que me había cuidado, esa era otra forma de protección entre los compañeros. Cuando nos encontramos me dijo que yo debía tener sangre rebelde, que mamá también era muy fuerte  , que sea retobaba  a la par de los más bravos, se plantaba y se enfrentaba el que sea.

Luego de que en aquel tiempo Edgardo me dejara en la estación. Me  me agarró el Pato Tierno quién tenía la misión de llevarme con mi familia, poco tiempo el también sería fusilado en la Masacre de Margarita Belén. Me han contado sobre la militancia de papa, su valor y amor incondicional, su compromiso y el heroísmo de como el que se despidió de sus compañeros ese 13 de diciembre. Los y las compañeras de mis  viejos tuvieron la misma valentía para protegerme y armar la cadena humana que me salvó la vida, mientras lla ciudad se prendía fuego en cada esquina .

A mí me gusta pensar Margarita Belén así,  no solo el fusilamiento o  la masacre o la desaparición.  Son esas vivencias las que nos hablan del compromiso y la solidaridad incondicional que los genocidas no pudieron quebrar .  De  una valentía puesto en juego inigualable.  Es esta experiencia una marca una huella que queda para nosotros en el presente, un camino.  Mamá envío a mi abuela una carta desde la cárcel en ella hablaba sobre los cuidados que sí papá había discutido sobre cómo querían que fuera mi crianza. La carta dice:  nosotros elegimos para ella una vida que se está, donde el cariño y el rigor así como las dificultades que se nos iban a presentar se entremezclaban. Antes de tenerla, lo pensamos demasiado porque sabíamos que se venía dura la mano para los ex privilegiados de Perón. Y Marianita nació en medio de una guerra,  el que no la veía así no está viviendo la Argentina del  75 . Pero a pesar de los cambios Mariana es una piba fuerte que tiene que digeriel trago amargo de la pérdida de su madre y su padre. Eso le traerá evidentemente inmadurez  afectiva, somáticas etcétera.  A la larga o corta , las mismas que otros pibes que viven todos los días con sus padres nada más que el origen es distinto Mariana. Ella es hija de una generación de gente que lucha, trabaja y sufre la cárcel, a veces la muerte. Como ella hay miles de pibes y ella podrá cuando sea grande criticarnos, lo más seguro, o no pero no quiero que ustedes vuelquen un sentimiento de desprotección que ella no se lo merece. Quiero que la lleven a ver a los bisabuelos, cómo es sumamente simpática y alegre le va a encantar, les va a encantar los días le va a dar una amiga más para jugar y un placer cuando ella se ha dormido. Es para quererla mucho Mirta 

Me gustan estos relatos porque su vida no fueron solo de militantes y presos políticos, también fueron padres y madres maternando a la distancia, desde el encierro o en la clandestinidad, acunando sueños revolucionarios, atravesando el vidrio de la cárcel de Devoto con algún cuento, jugando a través de cartas, dibujos y palabras que nos dejaban imaginar un mundo juntos.  Esta también es Margarita Belén . Imaginar esos otros mundos. Hoy estoy acá bordando luchas de ayer y de hoy . Armando tejido con los retazos de historia para poder encontrar en estos relatos de qué estamos construidos y ayudarnos a atravesar lo inexplicable. Hablo de la red que nos sostuvo y nos sostiene, de la que me cuida y protege amorosamente.

Para llegar acá y estar acompañada, aún con tantas ausencias. Todos estos estas historias que traemos el presente cuentan sobre la resistencia a la dominación, el rechazo de la sumisión y la obstinación por la vida. Muchas gracias

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