LA HISTORIA DE RUBÉN, UN EMPRENDEDOR POR NATURALEZA EN EL CORAZÓN DE EL IMPENETRABLE
Vive en el Paraje La Arbolada, en la región del Parque Nacional El Impenetrable. Dedicó su vida a la cría de animales domésticos, fue albañil y hoy encuentra una nueva oportunidad de desarrollo en el moldeado de artesanías en cerámica.
En sus redes sociales, la fundación compartió un video con la historia de Rubén Garay, oriundo del Paraje La Arbolada, en la región del Parque Nacional El Impenetrable, quien dedicó su vida a la cría de animales domésticos, y hoy encuentra una nueva oportunidad de desarrollo en el moldeado de artesanías en cerámica inspiradas en la vida silvestre de El Impenetrable chaqueño.

“Empecé con la fundación como albañil y ahí me enteré sobre una capacitación en cerámica. Aprendí algo y despertó en mí muchas cosas que no sabía, además de poder estar con la familia y trabajar en conjunto”, relata.

Para crear sus piezas, Rubén utiliza arcilla local, que luego trabaja en el horno que construyó tras participar del primer taller de cerámica de Emprendedores por Naturaleza. Su próximo proyecto es la construcción de un taller donde dedicarse tiempo completo a trabajar la arcilla con sus manos.
“Emprender por naturaleza es conservar, produciendo”, destaca la fundación como premisa rectora de la iniciativa. Y agrega: “Mediante la generación de vínculos entre productores y consumidores, capacitaciones en técnicas de producción artesanal local, comercialización y promoción, el acompañamiento en el desarrollo de emprendimientos inclusivos de mujeres y jóvenes, y mejoras de infraestructura para la producción local de alimentos, el programa busca fomentar el desarrollo de productos y actividades que valoran la fauna silvestre y los ambientes en torno a los parques naturales”.

De la capacitación, lo aprendido y esta nueva posibilidad de trabajo, Rubén también valora que pudo así quedarse en el lugar donde vive, ya que antes “salía durante semanas de mi casa”. “Hoy es estar acá, en el monte, que es la felicidad, la tranquilidad, es disfrutar. Hay muchas cosas que parecen insignificantes, pero se pueden ver y para las cuales no hay palabras para describirlas, por eso hay que cuidar el monte”, dice como mensaje final y contundente sobre la preservación de este gran patrimonio ambiental.
