EL PADRE DE SOLANGE APELARÁ EL FALLO QUE ABSOLVIÓ A QUIENES NO LE DEJARON VER A SU HIJA ANTES DE MORIR
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La Cámara Uno del Crimen de Río Cuarto, en Córdoba, absolvió a los funcionarios acusados por abuso de autoridad. El testimonio de Pablo Musse el día después.
«Yo confié en el jurado popular, pero no sé qué pasó por la cabeza de ellos ni qué tuvieron en cuenta. Escuché los alegatos, tanto de los imputados como del fiscal, y no lo entiendo. Nadie lo entiende. Pero fue su decisión y el día de mañana sabrán lo que hicieron», señaló.
Musse planteó que la línea de responsabilidades debería llegar hasta el entonces presidente Alberto Fernández, autor del decreto de necesidad y urgencia que en marzo de 2020 dispuso las restricciones al movimiento de la población para contener la crisis sanitaria ante una enfermedad respiratoria que nunca antes se había detectado en humanos.
«Él firmó un DNU inconstitucional cuando el Congreso estaba funcionando. Después nos enteramos de la fiesta en Olivos, un año más tarde. Eso demuestra la falta de responsabilidad política. Hicimos denuncias, pero quedaron en la nada. Por eso digo: no hay justicia en la Argentina», aseguró el hombre.
Para el padre de Solange, el juez de Huinca Renancó, Claudio Mazuqui, «tiene mucha relación con Andrada», por lo que «la elevación a juicio de estos dos imputados nada más tuvo que ver con eso».
«A los otros los absolvió. Hace dos años, él mismo había dictado la falta de mérito. Después cambió y llevó esto a juicio, pero con limitaciones. A mí me suena raro», insistió sobre la posibilidad de que todo el proceso legal que culminó esta semana en Córdoba pueda estar viciado.
«Escuchando los alegatos, parecía que el imputado y culpable era yo. Esa es la realidad y lo que sentí. Al jurado le transmití lo que sentía, lo que la sociedad pedía: una respuesta. Pero no la dieron. Tomaron otra decisión. No estoy de acuerdo con lo que decidieron. Dios sabrá si tendrán la conciencia limpia», agregó.
El caso de la familia Musse se suma a otros planteos de particulares sobre actuaciones de funcionarios y personal durante los meses más álgidos de la pandemia de coronavirus.
«Desde el primer día vi que no se actuaba bien. La causa dio vueltas cinco años entre la justicia federal y la provincial. La fiscalía tampoco estuvo a la altura. El abogado de Andrada usó las pruebas que yo mismo aporté (mails, mensajes, capturas), mientras que el fiscal no usó nada. Es algo que no entiendo y no voy a digerir. Y todavía me pregunto por qué, en esa semana previa a la muerte de Solange, nadie me llamó para decirme ‘nos equivocamos, vení a verla’. Eso nunca pasó», protestó el hombre.
Aquel 16 de agosto de 2020 Pablo y su cuñada, Paola, tenían el plan de ingresar a Córdoba para reencontrarse en Alta Gracia con Solange y con la madre de la joven, Teresa.
Cuatro días más tarde, Solange Mousse le transmitía a su padre un último mensaje cargado de fe: «Fue el jueves 20 a las 11 de la noche. Ella me bendijo. Eso lo compartí con el jurado, pero parece que tampoco alcanzó. Votaron ocho del jurado popular y dos jueces técnicos. Y aun así, la decisión fue absolver», contó.
«Vamos a seguir luchando. Vamos a apelar. Pero sentimos que nos traicionaron, a nosotros y a la sociedad. No fue solo Solange: ella misma escribió que había muchas familias en situaciones parecidas. El fallo era importante porque sentaba un precedente, pero se perdió esa oportunidad. Hoy siento bronca e indignación», expresó el padre de Solange.
