LOS MEDICAMENTOS CON EFECTOS SECUNDARIOS POSITIVOS, SEGÚN HARVARD
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Ciertos fármacos para la hipertensión o la alergia han demostrado sus beneficios en otros campos. Conocé los detalles.
Los cuatro medicamentos que tienen buenos efectos secundarios, según Harvard
Minoxidil (Rogaine, Gainextra, otras marcas)
Desarrollado en la década de 1970 como tratamiento para la hipertensión arterial, este fármaco sorprendió a los investigadores al provocar un aumento en el crecimiento del cabello en los sujetos de estudio. Lo que en un principio se consideró un efecto secundario inesperado y, en algunos casos, molesto, terminó convirtiéndose en su principal aplicación. Con el tiempo, se desarrollaron presentaciones tópicas específicamente diseñadas para tratar la caída del cabello, convirtiéndose en una de las soluciones más utilizadas para combatir la alopecia.
Difenhidramina (Benadryl o versiones genéricas)
Este tratamiento ampliamente utilizado para las alergias tiene como efecto secundario la somnolencia. En adultos que padecen alergias y tienen dificultades para dormir, su efecto sedante puede resultar beneficioso. Sin embargo, no se recomienda su uso de forma regular y prolongada, ya que la difenhidramina se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Sildenafil (Viagra o versiones genéricas)
Originalmente creado para tratar la hipertensión y la angina de pecho, este fármaco pronto llamó la atención de los usuarios masculinos por un efecto secundario inesperado: provocaba erecciones en un plazo de 30 a 60 minutos. Los fabricantes de sildenafil pronto reconocieron el potencial de este hallazgo y, en el contexto adecuado, lo convirtieron en una ventaja. Finalmente, en 1998, el medicamento fue aprobado como tratamiento para la disfunción eréctil.
Semaglutida (Ozempic, Wegovy, Rybelsus)
Este fármaco fue concebido inicialmente como un tratamiento para la diabetes. Sin embargo, quienes lo utilizaron en sus primeras etapas advirtieron una notable reducción del apetito, acompañada de una significativa pérdida de peso. En la actualidad, distintas formulaciones de estos medicamentos cuentan con la aprobación para su uso en el tratamiento tanto de la diabetes como para la reducción de peso.