Ariel Colman López tenía 19 años e iba a ser papá en cuatro meses. El 13 de febrero, volvía de la casa de su novia cuando cuatro delincuentes lo mataron a quemarropa para robarle la moto.

Alrededor de las 20.30, se encontraba en la intersección de las calles Escribano y la Ruta 3, en la localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza. Volvía de hacerle una breve visita a su pareja tras una extensa jornada laboral como ayudante de una tapicería en Caballito.

“Siempre le decía que venga antes de que oscurezca”, lo advertía su madre, Vidalina López. Mientras estaba en su Zanella Due 110 cc., a pocas cuadras de su casa, cuatro ladrones divididos en dos motos lo sorprendieron por detrás.

En las imágenes de una cámara de seguridad se puede ver el momento del brutal ataque. Uno de los delincuentes lo apuntó con un arma y, sin mediar palabra, le dio un disparo que lo hizo caer de la moto.

Tras un llamado al 911, donde un testigo advirtió que había un joven herido sobre el asfalto, agentes de la Policía Bonaerense fueron hasta el lugar del hecho.

Allí se enteraron de que un auto particular lo trasladó al hospital Simplemente Evita, donde ingresó con una herida de arma de fuego en la axila. Pese a los esfuerzos de los médicos, Ariel murió.

“Todos los días nos levantábamos él, su papá y yo a las 3.30 de la madrugada para ir a tomar el primer colectivo, ahí en ruta 3″, recordó Vidalina en diálogo con TN.

Desde que Ariel terminó la secundaria en diciembre de 2024, los tres viajaban a Caballito a trabajar: “No voy a poder hacer más ese camino, porque lo hacía con él”.

El joven, que iba a ser papá en cuatro meses, se había anotado para trabajar en la Policía. Mientras tanto, era ayudante de tapicería con su padre de lunes a viernes y los fines de semana se la rebuscaba como barbero en su casa.

Mientras busca que se haga justicia por el brutal crimen, Vidalina intenta seguir adelante por sus otros cuatro hijos, de 5, 10, 16 y 17 años. “Quiero justicia por Ariel, por lo bueno y trabajador que era”, reclamó, y lamentó: “Nos destrozaron la vida”.

La investigación quedó a cargo de la UFI Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, con intervención de la comisaría de Virrey del Pino.