LA SALUD DEL PAPA FRANCISCO SUPERÓ LA CRISIS RESPIRATORIA Y YA NO NECESITA VENTILACIÓN MECÁNICA

   El papa de 88 años, que tiene una enfermedad pulmonar crónica y le extirparon parte de un pulmón cuando era joven, se despertó después de dormir toda la noche, dijo el Vaticano. El hecho de que Francisco ya no necesitara la máscara el martes por la mañana fue una señal de cierta mejoría después de las crisis que requirieron que los médicos extrajeran «abundantes» cantidades de moco de sus pulmones.

Pero el pronóstico de los médicos sigue siendo reservado, lo que significa que no está fuera de peligro.

El Vaticano dijo que a partir del martes por la mañana, Francisco ya no necesitaba usar la máscara de ventilación mecánica no invasiva que cubre su nariz y boca para bombear oxígeno a sus pulmones y que solo estaba recibiendo oxígeno suplementario a través de un tubo nasal.

Francisco sufrió dos crisis respiratorias un día antes. Los médicos le realizaron dos broncoscopias, en las que se introdujo un tubo con una cámara en la punta en sus vías respiratorias con una ventosa en la punta para succionar el líquido. El Papa se mantuvo alerta, orientado y cooperó con el personal médico durante las crisis, dijo el Vaticano.

Su equipo médico no ha proporcionado una actualización en persona sobre su condición desde el 21 de febrero, una señal de la naturaleza irregular de su hospitalización, la más larga de sus 12 años de papado.

El tratamiento de Francisco se produce mientras el Vaticano se prepara para la Cuaresma, el período solemne que conduce a la Pascua el 20 de abril. Tal como están las cosas, un cardenal ha sido designado para ocupar el lugar de Francisco esta semana el Miércoles de Ceniza, que abre la Cuaresma con un servicio y procesión tradicionales en Roma. El Papa también tenía previsto asistir a un retiro espiritual el próximo fin de semana con el resto de la jerarquía de la Santa Sede.

El martes, el Vaticano dijo que el retiro se llevaría a cabo sin Francisco, pero en «comunión espiritual» con él. El tema, seleccionado hace semanas y mucho antes de que Francisco enfermara, fue «Esperanza en la vida eterna».

El Dr. John Coleman, médico de cuidados críticos pulmonares en Northwestern Medicine en Chicago, dijo que los episodios respiratorios del lunes fueron más preocupantes que el último del viernes, en el que Francisco tuvo un ataque de tos, inhaló un poco de vómito y fue puesto en ventilación mecánica no invasiva durante un día.

El uso de broncoscopias refleja un nivel preocupante de moco y flema en los pulmones, dijo Coleman. «El hecho de que tuvieran que entrar y sacarlo manualmente es preocupante, porque significa que no está limpiando las secreciones por sí solo», dijo.

«Está dando pasitos hacia adelante y luego hacia atrás», dijo Coleman, quien no está involucrado en el cuidado de Francis.

Francis, que no es físicamente activo, usa una silla de ruedas y tiene sobrepeso, había estado recibiendo fisioterapia respiratoria para tratar de mejorar su función pulmonar. La acumulación de secreciones en sus pulmones era una señal de que no tiene el tono muscular para toser con la suficiente fuerza para expulsar el líquido.

Los médicos a menudo usan ventilación no invasiva para evitar la intubación o el uso de ventilación mecánica más invasiva. Francis no ha sido intubado durante esta hospitalización. No está claro si ha dado alguna instrucción sobre los límites de su atención si empeora gravemente o pierde el conocimiento.

La enseñanza católica sostiene que la vida debe defenderse desde la concepción hasta la muerte natural. Insiste en que los pacientes con enfermedades crónicas, incluidos aquellos en estado vegetativo, deben recibir cuidados «ordinarios» como hidratación y nutrición, pero los cuidados «extraordinarios» o desproporcionados pueden suspenderse si ya no son beneficiosos o solo prolongan una vida precaria y dolorosa.

Francisco articuló eso en un discurso de 2017 en una reunión del grupo de expertos en bioética del Vaticano, la Academia Pontificia para la Vida. Dijo que no había «ninguna obligación de recurrir en todas las circunstancias a todos los remedios posibles». Agregó: «Por lo tanto, hace posible una decisión que se califica moralmente como retiro de un ‘tratamiento demasiado entusiasta’».

El arzobispo Vincenzo Paglia, quien dirige la academia que ayuda a articular la posición de la Iglesia Católica sobre los cuidados al final de la vida, dijo que Francisco es como cualquier otro católico y seguiría la enseñanza de la Iglesia si llegara ese momento.

«Hoy el Papa nos está dando una enseñanza extraordinaria sobre la fragilidad», dijo a los periodistas el lunes. «Hoy el Papa, no con palabras sino con su cuerpo, nos recuerda a todos, a nosotros los mayores en primer lugar, que todos somos frágiles y por lo tanto necesitamos cuidarnos unos a otros».